Desde la prehistoria se han utilizado los cosméticos para los ojos, a fin de enfatizar y cuidar una de las zonas más importantes del rostro. Hoy en día, se continúan usando por millones de personas en todo el mundo, quienes, en su mayoría, desconocen cuáles son los errores cosméticos que generan.
Además de los propósitos culturales y medicinales, los cosméticos para los ojos también se usan a fin de mejorar el atractivo. Generalmente, están asociados con su impacto en la autoestima, sin prestar suficiente atención sobre los efectos oculares secundarios y la eficacia de los tratamientos.