La blefaritis es una condición oftalmológica que se desarrolla como consecuencia de la acumulación de bacterias y suciedad en los bordes palpebrales, que condiciona a la obstrucción de los pequeños orificios y su posterior inflamación. Y hay personas que están empezando a usar champú de bebé para la blefaritis pero, ¿es realmente bueno usarlo?
Lo cierto es que la blefaritis es una enfermedad bastante molesta, porque produce síntomas limitantes como lagrimeo constante, hinchazón y picor que pueden perjudicar tu día a día.
Por años, se ha creído que el champú de bebés, sobre todo marca Johnson, es ideal para limpiar los párpados y prevenir la blefaritis. Sin embargo, gracias a los avances científicos en oftalmología se ha confirmado que no es tan bueno como parece y existen alternativas mejores y más efectivas.
A continuación, te explicaremos por qué no es aconsejable usar champú de bebé para la blefaritis o para mantener la higiene de tus ojos y cómo sí se debe limpiar el globo ocular según los expertos.
La blefaritis como término médico hace referencia a la inflamación de los párpados. No obstante, es un padecimiento oftalmológico bastante común que cursa con irritación, hinchazón palpebral, y en algunos casos, inflamación de la conjuntiva.
Se considera una enfermedad crónica porque suele ir y venir en el tiempo, y aunque no produce pérdida de la visión ni problemas visuales mayores, resulta bastante incómoda por los síntomas que produce.
Los párpados son pliegues cutáneos que cubren ambos globos oculares con tres funciones fundamentales: proteger al globo ocular de agresiones, mantener la película lagrimal de manera uniforme por toda la superficie ocular, y al cerrarse evitan la evaporación de las lágrimas y la estimulación visual.
El borde palpebral es una estructura importante y el protagonista de nuestro artículo de hoy. Este contiene glándulas sebáceas, sudoríparas y de Meibomio, así como una hilera de pestañas que trabajan filtrando los cuerpos extraños.
La blefaritis es un proceso inflamatorio que tiene lugar principalmente en este borde con causas muy diversas, yendo desde infecciones hasta alergias y enfermedades cutáneas.
Los párpados se pueden infectar por microorganismos como S. epidermidis, S. aureus y P. acnes, tres bacterias que en condiciones normales se encuentran en la piel, pero que pueden causar síntomas cuando se descontrolan y sobrepasan su proporción ideal. Los demodex serían patógenos al transportar estas bacterias.
¿Qué situaciones pueden generar este descontrol? Padecer de otras enfermedades como dermatitis seborreica o acné. En efecto, la mayoría de las blefaritis se producen por una combinación de causas, como infecciones bacterianas por S. epidermidis y dermatitis.
Los virus también pueden producir inflamación en los párpados, aunque no tan repetidamente como las bacterias.
En este caso se trata, sobre todo, de la blefaroconjuntivitis por herpes simple, que puede ocurrir tanto en niños como en adultos de manera recurrente. Esta consiste en la inflamación de los párpados de manera unilateral con vesículas rojizas que pueden romperse y ulcerarse.
Una complicación potencial de este tipo de infección es la entrada del virus en la conjuntiva o en la córnea con la consiguiente aparición de conjuntivitis o queratitis herpética.
Otros virus que pueden producir, aunque no tan grave, blefaritis con consiguiente inflamación de la conjuntiva son el virus de la varicela zóster y el Molluscum contagiosum.
La blefaritis alérgica suele ser una condición crónica que tiende a reaparecer en el tiempo. Se trata de una reacción inflamatoria de la piel de los párpados por contacto con cosméticos, productos químicos, plantas o fármacos.
Enfermedades como dermatitis de contacto, rosácea, dermatitis seborreica y dermatitis atópica también pueden producir blefaritis. La forma de manifestarse suele ser como una irritación crónica con abundante picor en el párpado. En ocasiones, puede afectar la conjuntiva y causar conjuntivitis.
Otros síntomas más graves pueden ser:
Además, si no se trata la blefaritis, pueden producirse otras alteraciones como: Chalazión, orzuelo o úlceras corneales.
De acuerdo a los expertos, la blefaritis se trata y se previene con una adecuada higiene ocular, pero sólo recomiendan realizarla con productos autorizados y especialmente diseñados para el ojo.
Por años se ha creído que el champú de bebé Johnson es adecuado para limpiar las pestañas, la superficie ocular y eficaz frente a la blefaritis. Gracias a los avances oftalmológicos, hoy en día se ha demostrado que no es así, y que el champú de bebés para tratar la blefaritis no es efectivo ni recomendable.
El champú es un producto detergente, como cualquier otro champú, que además de limpiar, barre toda la película lagrimal y sus componentes. Adicionalmente, se ha demostrado que este champú puede dañar las células de la córnea una vez en contacto con el globo ocular, interfiriendo con la formación de la película lagrimal y por ende su lubricación.
Debido a que el champú barre con la película lagrimal y afecta las células caliciformes de la córnea, existe un gran riesgo de producir ojo seco y empeorar el cuadro.
Puede que el champú de bebé sea efectivo para eliminar las bacterias, pero también produce sequedad, lo que adiciona otra condición como el ojo seco y complica el pronóstico.
Ya sea que tengas inflamado uno o ambos ojos, te aconsejamos que solicites ayuda de un profesional, puesto que en la mayoría de los casos existe un problema crónico de base como infecciones, alergias, o enfermedades inflamatorias.
Si buscas tratamiento para la blefaritis no dudes en consultar con nuestros expertos.
Asimismo, los oftalmólogos son los únicos en capacidad de recomendar el tratamiento en función de la causa, ya que como mencionamos anteriormente, muchas veces dos entidades pueden complementarse y producir la inflamación, como es el caso de la dermatitis y las infecciones.
Existen ciertos hábitos pueden empeorar la inflamación e intensificar los síntomas. Entre ellos:
Pero, ¿la blefaritis es curable? Desafortunadamente, no es curable, pero sí controlable y prevenible cuando se aplican los limpiadores apropiados, la correcta limpieza de párpados y la atención oftalmológica oportuna.
OCUMED cuenta con equipos de última generación que complementan el tratamiento tradicional y aceleran la recuperación de la blefaritis, como el Blephex, LipiFlow, Jett Plasma, IPL y QMR REXON-EYE.
Estos procedimientos se enfocan tanto en atacar el origen de la inflamación, como mejorar la vascularización y evitar la evaporización de la película lagrimal, la cual es un elemento fundamental en la recaída de la blefaritis y el ojo seco.
Es fundamental que cuides tu salud ocular. Si sospechas que puedes padecer ojo seco o blefaritis, debes acudir a una consulta oftalmológica antes de que sea demasiado tarde. Para nosotros, la prevención es un factor clave para que el tratamiento tenga éxito.
Ahora que ya sabes que utilizar champú para la blefaritis no es recomendable, acude a nuestra clínica en Madrid para que nuestro equipo de expertos pueda asesorarte y ayudarte a cuidar de tu salud ocular.
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