Trasplante de córnea

El trasplante de córnea constituye el recambio de la superficie corneal dañada por una donante “sana” procedente de otro donante humano. La córnea es la zona anterior del globo ocular, una superficie transparente a través de la cual se consigue la adecuada visión.

En caso de pérdida de esa transparencia debido a cualquier alteración, y la imposibilidad de retornar al estado en que sí existía, la visión puede verse afectada, produciendo cuadros de visión borrosa que dificulten las actividades basales del paciente. Las causas que pueden hacer necesaria este tipo de intervención son diversas. Existen varios tipos de trasplantes de córnea

Trasplante de córnea Madrid

Cualquier afectación corneal severa que produzca una pérdida importante de la transparencia corneal puede acabar requiriendo un trasplante para la correcta recuperación del paciente. Puede ser necesario en infecciones, distrofias corneales, degeneraciones, ectasias, traumatismos… Las cuales producen una alteración tan severa de la superficie corneal que no puede ser tratada sólo con medios menos invasivos.

En general, el trasplante de córnea no es la cirugía de primera elección en patologías oculares leves, si bien cuando la afectación es severa, y no corregible de otra forma, constituye la técnica de elección.

Más recientemente, surgió el desarrollo de las técnicas lamelares, o trasplantes parciales corneales, en los cuales sólo se trasplanta una parte de la córnea, la afectada por la enfermedad basal. De esta forma, el postoperatorio es más leve y reduce, en algunos casos, el riesgo de rechazo y la duración del tratamiento postoperatorio, así como las complicaciones asociadas.

Estos trasplantes lamelares sólo pueden realizarse en determinados casos de enfermedades corneales que les serán indicado por su oftalmólogo.

Tras ser sometido a un trasplante de córnea, se precisa un tratamiento postoperatorio largo, con medicación oral y tópica de inicio, que se irá disminuyendo progresivamente. En el caso de la medicación tópica corticoidea, suele mantenerse durante largos periodos de tiempo variables en función del tipo de trasplante realizado y de los factores de riesgo de rechazo previos que presente el paciente.

En cuanto a la recuperación posterior, se trata de una cirugía la cual pretende dotar al paciente de una mejor calidad visual a largo plazo, pero que no está exenta de complicaciones postoperatorias. Requerirán, por tanto, una intensa vigilancia por parte de su oftalmólogo.

Aproximadamente, uno de cada tres pacientes sufre un rechazo en el postoperatorio de un trasplante de córnea, si bien la mayoría de los mismos pueden controlarse con medicación tópica. Tras el trasplante es frecuente el uso de gafa, lentillas u otros medios ópticos para conseguir una adecuada calidad visual. Puede producirse un agotamiento a largo plazo del trasplante que requiera la realización de una nueva cirugía posterior.

¿Quieres más información?

Ponte en contacto con nosotros sin compromiso a través del formulario de contacto