Incluso desde las etapas más tempranas es posible detectar a tiempo los problemas visuales de tu hijo. Con unos pocos pasos a seguir resulta simple encontrar dificultades en su capacidad visual y así acudir cuanto antes a una clínica oftalmológica en Madrid.
Es indudable que el examen de un profesional es lo que determinará si tu pequeño o pequeña sufre problemas visuales. También te proveerá de asesoramiento en cuanto a hábitos saludables para cuidar la visión.
No obstante, como padre o madre tienes el deber de estar alerta ante la más mínima sospecha. ¿Se queja por constantes molestias? ¿Tiene problemas para ejecutar tareas sencillas?
Pueden sonar como generalidades, además de verse relacionadas a otras clases de patologías. Sin embargo, en este post aprenderás a diferenciar cuándo estás realmente ante problemas visuales y qué hacer para atenderlos a tiempo.
Mi hijo es un bebé, ¿tiene problemas visuales?
La visión de un recién nacido está poco desarrollada. Madura en los primeros meses de vida de forma rápida hasta que llega a los 3 años de edad. Pero existen ciertos indicadores de que dicho desarrollo presenta problemas.
Es común que un bebé se fije en luces u objetos y después empiece a seguirlos con sus ojos. Si esto no ocurre con tu pequeño, entonces, presta mucha atención.
Podría significar que sus ojos no son capaces de enfocar imágenes en la retina por errores de refracción.
Este escenario es uno de los primeros a cuidar. Otro sería si el pequeño rechaza que se le tape uno de los ojos. Torcerá el ojo que tenga dificultad al quedar desprovisto de su foco de visión.
Problemas comunes de visión en un bebé
Además de los problemas de refracción, uno de los más comunes en un bebé, los lactantes pueden también presentar:
- Ambliopía (ojo vago).
- Estrabismo.
En ambos casos, asistiendo a una clínica oftalmológica en Madrid se puede realizar una valoración profunda. Los expertos podrán revisar y comprobar si hay algún fallo con su sistema de visión o problemas con su desarrollo y recomendarán la manera de corregirlos.
Cómo detectar problemas visuales en niños
En cada etapa del crecimiento existen ciertos síntomas que indican problemas visuales. Cuando es un bebé es posible que le ocurra lo siguiente:
- No sigue la cara de su madre con los ojos.
- Realiza movimientos extraños.
- Tiene hipersensibilidad a la luz.
- Sus ojos se ven desalineados.
- Uno o ambos párpados están caídos.
- Suele frotarse de manera constante.
- Las pupilas se notan opacas o desiguales.
Ahora bien, cuando ya es un niño puedes ver cómo tropieza con frecuencia, desvía uno o ambos ojos, tiende a acercarse al televisor, entrecierra para observar o se queja de dolores de cabeza.
Después de los 3 años de edad es posible agregar a estos síntomas el acercamiento excesivo de la mirada al papel. Además, presenta dificultades para realizar lecturas, se cansa al escribir, confunde letras y palabras con frecuencia.
Problemas de visión frecuentes en la infancia
En etapas de la infancia los problemas frecuentes son defectos de refracción, dentro de los que se incluyen:
- miopía,
- hipermetropía,
- astigmatismo,
- ambliopía u ojo vago,
- estrabismo,
- alteraciones en la visión del color.
La ambliopía u ojo vago presenta indicios incluso antes de que el niño nazca. Hay antecedentes que lo relacionan como un problema hereditario o puede preverse si el pequeño nació de forma prematura.
Por su parte, el estrabismo es también identificado como la mala alineación de ojos. Existen casos en que es desencadenado por una ambliopía. Pero si se trata en la niñez es posible corregirlo.
Entre los principales síntomas del estrabismo es posible notar cómo los ojos no se mueven en una misma dirección. También, el pequeño inclina la cabeza hacia un lado para mirar algo específico.
Problemas de refracción: síntomas
Son los más comunes en la infancia. En el caso de la miopía, a menudo puede ser detectada cuando el pequeño tiene 6 años.
Entre los síntomas están: el pequeño entrecierra los ojos para enfocar largas distancias, confunde a las personas, opta por actividades que no requieran forzar la vista.
En cambio, la hipermetropía puede desaparecer conforme a la edad pues nace con el pequeño. Recuerda que su visión en los primeros meses no está completamente desarrollada. Ahora bien, si hubo un problema en el desarrollo, entonces el niño:
- Se queja de que tiene dolores de cabeza.
- Está constantemente cansado para realizar actividades cercanas.
- Notarás cómo sus ojos suelen estar enrojecidos.
- Busca inclinar la cabeza hacia atrás.
- Entrecierra los ojos para enfocar.
Otras afecciones visuales en la infancia
Superficie de la córnea irregular
Es otro de los problemas de visión en la infancia. Este ocurre cuando la córnea tiene una forma irregular por lo que impide que una imagen quede enfocada.
Para detectarlo es posible notar cómo el pequeño gira la cabeza para mirar, para compensar si el defecto no afecta a todas las partes de la córnea. Pero resulta complicado de detectar y lo mejor será acudir a una clínica oftalmológica en Madrid para un examen profundo en la que sabrán cómo detectar problemas visuales.
Enfermedades genéticas o metabólicas
Entre las enfermedades genéticas o metabólicas es posible encontrar las distrofias retinianas.
Conducen a la degeneración de las células fotorreceptoras (conos y bastones), las cuales se encargan de propiciar la visión central y periférica y optimizarla a las condiciones de luz.
También existe la probabilidad de que sufra glaucoma y catarata congénita. Son enfermedades poco comunes, pero pueden encontrarse en bebés o en niños pequeños, aunque se relacionan con etapas avanzadas de la vida.
Otros casos corresponden a la anoftalmia, donde uno o ambos globos oculares están ausentes. Y a la microftalmia, afección que disminuye el tamaño del globo ocular. Si el reflejo pupilar del pequeño es blanco (leucocoria), se deberá acudir de urgencia al oftalmólogo, más urgencia cuanto menor edad tenga.
Comportamientos derivados
Lamentablemente, cuando los problemas visuales de un pequeño o pequeña no se detectaron a tiempo, aparecen ciertos comportamientos que los califican como niños rebeldes o malcriados.
Los problemas visuales son capaces de afectar el rendimiento escolar o las relaciones sociales. Comprender algún tema, jugar o practicar algún deporte resulta complejo cuando su visión no se desarrolló de forma adecuada.
Un problema visual tiene la capacidad de ser el verdadero responsable de que su aprendizaje en lectura no esté acorde con su edad. El deterioro puede alargarse durante periodos prolongados.
También ocurren periodos de conducta negativa y agresiva. Es fácil que se distraiga y se le dificulta concentrarse en las tareas. Lo siguiente es la resistencia a cambios, nerviosismo o búsqueda de constantes descansos.
¿Qué debo hacer al detectar una afección visual?
Acudir cuanto antes a una clínica oftalmológica en Madrid. Bien sea que el pequeño tiene mal rendimiento en la lectura o presenta síntomas físicos como continuas quejas de dolor de cabeza.
Una cita con el oftalmólogo es urgente y necesaria para subsanar la situación, ya que este profesional sabrá cómo detectar problemas visuales y podrá ayudar a solucionarlos.
De hecho, siempre es recomendable que a los 3 años acuda a una clínica oftalmológica por simple revisión. El especialista evaluará si su visión se ha desarrollado adecuadamente y actuará en caso de que necesite una corrección por algún problema visual.
Revisión de la vista en una clínica oftalmológica en Madrid
También es fundamental prepararnos para esa primera visita a la clínica. Saber qué debemos responder podrá facilitar un diagnóstico completo de los posibles problemas visuales de tu hijo.
El especialista comenzará por identificar antecedentes patológicos y no patológicos. Esto incluye historia clínica prenatal, perinatal y postnatal. También la historia médica familiar y cómo fue el desarrollo del niño después de nacer.
Parte del cuestionario tendrá en cuenta hasta el mismo momento del alumbramiento. El que haya sido por cesárea o vía vaginal marca una diferencia que pudo influenciar en el desarrollo de la visión del pequeño.
¿Qué más hará el oftalmólogo?
Cuando tenga la información específica sobre cómo fue el embarazo, el parto y los primeros meses de vida, el especialista comenzará con la evaluación física del pequeño.
Es importante que determine la agudeza de los ojos tanto para enfocar objetos lejanos como cercanos. Utilizará objetivos y subjetivos a fin de evaluar su poder de refracción y descartar cualquier tipo de patología.
Luego viene la evaluación binocular. El oftalmólogo realizará test de estereopsis o visión en 3D. Al igual, podrá valorar la percepción del color, pero es más común en edades avanzadas, alrededor de los 7 u 8 años.
Posibles test en la consulta oftalmológica
Entre los test que se realizan en la clínica oftalmológica es posible encontrarse con 3 principales. Éstos determinarán la agudeza visual y la presencia de alguna otra deficiencia de la vista.
Por ejemplo, está el test Pigassou. Consiste en medir la agudeza visual y puede ser aplicado en una etapa temprana del pequeño, con un alto grado de éxito en el diagnóstico que proporciona. Todo consistirá en mostrarle dibujos que pueda reconocer con facilidad. Primero empieza por grandes imágenes y si las identifica pasa a más pequeñas. Debe contar lo que ve, pero si no lo identifica de forma correcta puede ser un síntoma de problemas visuales.
Otro es el test E de Snellen. En lugar de figuras se muestra una letra E. Lo hará en varias posiciones para saber si puede indicar la orientación que tiene.
También está la de preferencia visual con la que se comprueba si puede seguir una secuencia de imágenes.
Elige la mejor clínica oftalmológica en Madrid
Saber que nos pusimos en las manos correctas es otro valor importante para detectar y solucionar a tiempo problemas visuales. Elegir una buena clínica oftalmológica en Madrid no es una decisión que se deba tomar a la ligera.
Lo principal es buscar un centro que cuente con especialistas certificados expertos. No es lo mismo examinar el estrabismo que un problema de refracción. Cada uno requiere un nivel específico de manejo y valoración, tras años de estudio.
No te dejes llevar por el precio sino por la calidad. Cada especialización tiene un valor correspondiente en cuanto a experiencia y tecnología. Lo barato puede atraer clientes a esa clínica oftalmológica, pero no garantiza que el servicio sea realmente de calidad.
¿Qué pasa si no me doy cuenta de que mi pequeño sufre de la vista?
Actuar desde la prevención siempre es fundamental. No hace falta esperar tanto para su primera consulta en una clínica oftalmológica en Madrid.
Si bien se recomienda por lo general una revisión a los 3 años, es posible adelantar esa visita. Una exploración pediátrica es capaz de revisar las estructuras oculares para el mínimo indicio de las patologías congénitas.
Ten en cuenta que el especialista podrá aplicar el tratamiento más adecuado a fin de proceder con una solución efectiva. De acuerdo al caso, recomendará el uso de gafas o parches oculares.
Si el diagnóstico visual lo ha alterado a nivel emocional, social o cognitivo tiene que intervenir el psicólogo. Incluso, puede ocurrir que el niño sea tratado en el colegio o preocupe a sus familiares por problemas de aprendizaje y resulta que solo tiene una afección ocular.
Psicología y visión infantil
En los casos donde el diagnóstico tardío ha impactado al niño en su ámbito socio afectivo o cognitivo, se requiere la presencia de un especialista de la salud en psicología. Incluso, en ocasiones se recomienda que la familia también asista a terapia para que reciban apoyo psicológico.
Cuando la deficiencia visual moderada o profunda genera consecuencias negativas en el desarrollo del niño hay que acompañarlo en su proceso. Descubrir que pasa por una transición visual positiva significa enfrentarse a un universo de posibilidades.
Es importante reforzar la seguridad en el pequeño para que se sienta resguardado, por ejemplo durante juegos que antes no podía realizar porque no veía bien.
Prevención: el secreto al detectar problemas visuales
Aunque la primera consulta con el oftalmólogo tuvo resultados positivos, no es momento para descuidos. Es importante que la misma prevención continúe durante todo el desarrollo físico del pequeño.
Una revisión periódica anual resulta una gran aliada a fin de confirmar que su progreso ha sido el adecuado. Lo más importante para los padres es implementar un control médico preventivo.
Después de todo, evitar este tipo de problemas o solucionarlos a tiempo puede hacer la diferencia en otras áreas de la vida del pequeño. Con una visión controlada puedes evitar desórdenes vinculados con su crecimiento y aprendizaje.
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