La enfermedad del ojo seco (EOS) es una condición cada vez más frecuente que compromete la lubricación natural del ojo. Habitualmente las mujeres y personas de edad avanzada son las más afectadas. Aunque estudios recientes demuestran que los jóvenes lideran las estadísticas, tal vez por el uso excesivo de pantallas.
Debido a que en ella la lubricación de la superficie ocular está comprometida, los sustitutos de lágrimas -erróneamente tildadas de artificiales- han sido parte fundamental en el tratamiento por años, y aunque permiten humectar el ojo, realmente no atacan el problema principal.
Un estudio científico afirma que el ojo seco es más que un problema de sequedad ocular. Según los investigadores, existe una pérdida en el equilibrio del ojo y, pese a que las lágrimas artificiales proporcionan la lubricación necesaria para revertir la deshidratación, no trabajan restituyendo el equilibrio perdido.
Ojo seco: más que un problema de sequedad
Inicialmente, se pensaba que el ojo seco era una enfermedad ocasionada por la deficiencia de lágrimas debido a que el sistema glandular no producía lo suficiente. Hoy en día, y gracias a los avances científicos, se conoce que es una condición más compleja de lo que se creía.
Según el Dr. José Manuel Benítez Del Castillo, parte del equipo profesional de Ocumed y coautor de esta investigación, el verdadero dilema en la sequedad ocular surge de la interacción entre mecanismos hormonales y neuronales. Estas llevan a la pérdida del equilibrio de la película lagrimal, la protagonista en la lubricación del ojo.
El ojo, así como cualquier órgano del cuerpo, es el blanco de las hormonas sexuales, en particular los andrógenos. Estos participan en la regulación del sistema inmunológico, así como también tienen cierta afinidad por las glándulas lagrimales y de Meibomio.
De manera similar la córnea, el sistema glandular y las células mucosas están ampliamente controladas por el sistema nervioso, el cual participa inhibiendo o estimulando sus funciones. Cualquier alteración en uno o en el otro puede provocar la pérdida del equilibrio lagrimal.
Independientemente de la causa, cuando la sequedad ocular se mantiene en el tiempo genera inflamación que produce deterioro gradual del epitelio conjuntival y de las glándulas del aparato lagrimal. Esto es lo que lleva a los síntomas claves, como:
- Alteraciones visuales
- Molestias oculares generales
- Sensación de cuerpo extraño
- Enrojecimiento de la conjuntiva
- Intolerancia a los lentes de contacto
- Intolerancia a la luz
- Problemas para abrir o cerrar los ojos
- Sensación de ojos cansados
- Escozor ocular
Además del papel de las hormonas y el sistema nervioso en el ojo seco, existen distintas situaciones que también pueden llevar a su desarrollo, y es la razón por la cual se le considera una patología multifactorial. Entre ellas se conocen el síndrome de Sjogren, la disfunción de las glándulas de Meibomio, y consumir poca vitamina A en la dieta.
Lágrimas artificiales para ojo seco
Los autores del estudio afirman que la inflamación provocada por la sequedad conlleva a mayor deterioro del sistema glandular y por ende más desequilibrio, dándole a la enfermedad del ojo seco la cualidad de círculo vicioso.
Históricamente, las lágrimas artificiales han representado el pilar del tratamiento porque complementan el lagrimeo -ya insuficiente- y evitan la evaporación rápida de la película lagrimal.
No obstante, en vista de que el ojo seco va más allá de la falta de lágrimas, los investigadores coinciden en que no representan la herramienta clave, ya que no abordan el problema principal.
Esta problemática fue lo que motivó al grupo de expertos evaluar las características de los sustitutos lagrimales, sus ingredientes, y si por sí solas pueden mitigar el ojo seco o no. Los hallazgos fueron esclarecedores y te los contamos a continuación.
En primer lugar, los sustitutos lagrimales son soluciones electrolíticas con ingredientes amortiguadores y diferentes propiedades que las hacen muy diversas entre sí. Cada una de estas propiedades puede influir en los efectos que generan en el ojo y en la capacidad que tiene cada paciente para tolerarlas durante el tratamiento.
La composición de las lágrimas artificiales determinan su efectividad sobre el ojo seco
Dependiendo de la composición, las lágrimas sustitutas pueden mejorar o no los síntomas del ojo seco. Aquellas de base acuosa con espesantes demostraron ser efectivas para mejorar la viscosidad, lubricación y el tiempo de retención de la película lagrimal en la superficie.
Aunque no son las mejores para usar durante el día debido a que dejan residuos en las pestañas y en los párpados. Ciertamente, a mayor viscosidad, mayor visión borrosa y más residuos.
De acuerdo a estos hallazgos, los autores recomiendan lágrimas de menor viscosidad para aquellos pacientes con síntomas recurrentes durante el día. Mientras que por las noches es aconsejable el uso de las de mayor viscosidad en vista de que duran más.
Los elementos espesantes pueden influir en la continuidad del tratamiento
Entre los elementos químicos que aumentan la viscosidad de lagrimal se mencionan el ácido hialurónico, que ha demostrado lubricar, reparar y estabilizar la barrera epitelial ocular, y el hidroxipropyl-guar, una sustancia viscosa que aumenta el espesor de la capa mucosa protegiendo la superficie del ojo.
A pesar de sus numerosos beneficios para aumentar el tiempo que permanece la película lagrimal sobre la superficie ocular, los espesantes muy concentrados tienen efectos secundarios que limitan su uso continuo porque generan incomodidad en quienes usan lágrimas artificiales, como visión borrosa, sensación de cuerpo extraño y una variedad de molestias oculares.
Los preservantes son tóxicos
Los conservantes, como todos sabemos, son químicos que se añaden a cualquier producto con el objetivo de detener o minimizar el desgaste o daño provocado por el tiempo y diversos gérmenes como bacterias, levaduras y hongos.
Aunque son extraordinarios para prolongar la vida útil de cualquier producto, se ha demostrado que son perjudiciales para la salud, y en especial para los ojos.
Aquellas lágrimas artificiales con conservantes como el cloruro de benzalconio pueden dañar la superficie ocular de diferentes maneras. Sus consecuencias pueden activar la muerte celular, dañar los nervios corneales, retrasar el tiempo de reparación y alterar la estabilidad de la película lagrimal. Ejerciendo el efecto contrario al deseado cuando se recomienda usarlas.
Los autores explican que existen otras alternativas como incluir conservantes menos agresivos como el EDTA o clorbutano. O más ‘‘suaves’’ como el perborato sódico, ácido bórico y propilenglicol. Sin embargo, dichos ingredientes necesitan más estudios que prueben su seguridad sobre la superficie ocular.
Los jóvenes son la nueva prioridad en el tratamiento del ojo seco
El uso creciente de teléfonos inteligentes, ordenadores y dispositivos electrónicos con pantallas ha marcado un antes y un después en la salud ocular. Como bien lo mencionamos al principio, cada día son más los jóvenes con síntomas que sugieren enfermedad del ojo seco.
Cada día son más los niños y adolescentes que usan lentes de contacto desde temprana edad. Aunque los ayuda a ver mejor, tienen un impacto negativo sobre el equilibrio lagrimal y la superficie ocular. No en vano los expertos califican esta época como de pandemia refractiva.
Otro inconveniente detectado por los científicos es que los niños y los adolescentes no suelen quejarse de los síntomas oculares. Lo que dificulta el diagnóstico y empeora el pronóstico porque retrasa el tratamiento temprano.
Esto indudablemente enciende las alarmas para los futuros problemas en la consulta oftalmológica y motiva a la creación de nuevas directrices terapéuticas.
El tratamiento del ojo seco va más allá de lágrimas artificiales
Finalmente, los expertos ratifican que las lágrimas artificiales son apenas un eslabón de la compleja escalera de tratamiento del ojo seco.
Además de ellas, otros medicamentos como el omega-3, inmunosupresores, tapones lagrimales y derivados hemáticos entre otros son necesarios.
Si bien los sustitutos lagrimales permiten extender el tiempo de estabilidad de la película lagrimal y aumentar la lubricación de la superficie ocular. Estas no impiden ni revierten los procesos inflamatorios que ocurren por la sequedad, ni mucho menos inducen a la regeneración de los tejidos afectados.
Para ello se requieren tanto antiinflamatorios como los corticosteroides o reguladores del sistema inmunológico como la ciclosporina. Así como poner en orden la causa subyacente y aprovechar de las diferentes opciones terapéuticas disponibles en caso de ser necesario.
Ocumed posee los más altos estándares en cuanto al tratamiento del ojo seco
Nuestra Clínica Oftalmológica OCUMED es experta por sus notables avances tecnológicos y científicos en cuanto a patología ocular. Prueba de ello es la participación de uno de nuestros profesionales en este estudio internacional.
Ya sabemos que el ojo seco esconde procesos mucho más graves que requieren de mayor atención, y este estudio lo ha dejado más que claro. Si tienes molestias oculares como escozor frecuente, cansancio visual que no mejora a pesar de dormir o cualquier otra manifestación debes acudir lo más pronto posible con un profesional.
En nuestras instalaciones podrás encontrar el primer y exclusivo tratamiento de ojo seco en Madrid. Esta está dotada de tecnología de última generación y está compuesta por un equipo profesional multidisciplinario. Recuerda que la atención oportuna es la clave para evitar complicaciones.
Los participantes de este estudio fueron: S. Barabino, J.M. Benítez del Castillo, director de nuestra clínica oftalmológica OCUMED, T. Fuchsluger, M. Labetoulle, N. Malachkova, M. Meloni, T. Paaske Utheim y M. Rolando.
Para saber más sobre esta investigación, haz clic en la siguiente entrada: Dry eye disease treatment: the role of tear substitutes, their future, and an updated classification
