Cuando hablamos de glaucoma, una enfermedad degenerativa que afecta a la visión de millones de personas en todo el mundo, es bastante frecuente encontrar mucha desinformación y numerosas dudas relacionadas. Hoy, en Ocumed, tu clínica oftalmológica en Madrid, daremos respuesta a todas las preguntas frecuentes sobre el glaucoma que surgen entre los usuarios.
En primer lugar, es imprescindible reseñar que acudir a un especialista cuando sientes molestias en los ojos o sospechas de la presencia de alguna dolencia, es una decisión que puede salvarte la vista. Si en tu familia hay antecedentes de glaucoma o, sospechas de su existencia, no dudes en solicitar atención médica especializada en tu centro oftalmológico de forma inmediata.
Las ocho preguntas más frecuentes sobre el glaucoma
El glaucoma es una enfermedad ocular degenerativa que ocasiona la pérdida de la visión de forma paulatina, hasta el estadío de ceguera.
Sin embargo, si crees que puedes estar afectado no debes preocuparte. En la actualidad, si se detecta de forma temprana, existen tratamientos que permiten al paciente preservar la vista. Por eso, es tan importante realizar revisiones periódicas en tu centro oftalmológico en Madrid, que permitan una detección precoz.
El glaucoma, surge por diversas causas que conllevan que el ojo acumule en gran cantidad fluido intraocular en su interior. Si no se disminuye esta acumulación por drenaje (retirada del líquido por un conducto natural del ojo), se produce un aumento de la presión interna del ojo, dando lugar a la atrofia irreversible del nervio óptico. La consecuencia fatal de esta afección, es la pérdida gradual y definitiva de la vista.
En algunos casos, la aparición de la enfermedad se pone de manifiesto con la aparición temprana de algunos síntomas:
- La visión lateral, es la parte que se ve afectada en un primer momento, reduciéndose el campo visual y la visión periférica, produciendo lo que conoce como “visión túnel”.
- A continuación, se empieza a degenerar el área central, con la consecuente aparición de la ceguera. Sin embargo, en la mayoría de los pacientes, los síntomas son tan leves en las primeras fases que el paciente no se da cuenta.
Para prevenir el daño ocular, es importante conocer bien la enfermedad y saber si estamos dentro del grupo de riesgo que puede padecer glaucoma.
1. ¿Quiénes pueden desarrollar glaucoma?
Habitualmente, la mayoría de las personas desconocen si tienen predisposición para desarrollar glaucoma. De forma genérica, se puede prever tomando en cuenta variables vinculadas a su vida, antecedentes familiares y características oculares.
Por norma general, bebés, niños, adultos y ancianos pueden manifestar la enfermedad a lo largo de sus vidas. No obstante, existen criterios que predisponen más a unos grupos que a otros.
Si te estás preguntando si estás entre ellos, estos son los factores más relevantes para el desarrollo del glaucoma:
- Antecedentes familiares de glaucoma, presión arterial alta y enfermedades oculares.
- Individuos que han sufrido anteriormente traumatismos en los ojos.
- Mujeres y hombres de raza negra o asiática.
- Rangos de edad por encima de los 40 años.
- Personas con grados muy elevados de miopía
- Córneas delgadas en el área central.
- Uso de esteroides por tiempo prolongado.
Como puedes comprobar, existen diversas variables que con el tiempo pueden llegar a ocasionar glaucoma.
Si cumples con uno o varios de estos requisitos, es aconsejable que te sometas a revisión médica de forma periódica con un profesional experto de tu clínica oftalmológica en Madrid, para que puedas prevenir y controlar la aparición de la enfermedad y recibir la asesoría médica y tratamiento que necesitas.
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2. ¿Existen diferentes tipos de glaucoma?
De acuerdo con la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares, el glaucoma se clasifica en torno a tres criterios diferentes:
Origen del glaucoma
En este punto debemos hacer referencia a dos tipos: el glaucoma primario y el glaucoma secundario.
- En lo que respecta al glaucoma primario, este se produce por una obstrucción lenta de los canales que drenan el fluído intraocular, aumentando así la presión del ojo.
El glaucoma primario es el más común y se desarrolla de forma lenta y con aparición tenue de los síntomas. De esta forma, para detectarlo y prevenirlo es imprescindible realizar revisiones periódicas en tu clínica oftalmológica en Madrid.
- Por otra parte, el glaucoma secundario se produce por un bloqueo repentino de los canales de drenaje, como consecuencia de una causa conocida, provocando un aumento crítico de la presión intraocular en muy poco tiempo.
Esta variante del glaucoma requiere de atención médica especializada inmediata, ya que los daños son rápidos, extensivos y muy notables, incluyendo síntomas accesorios como dolor del globo ocular y de cabeza.
El glaucoma secundario, es una afección común entre la población con diabetes, uveítis (inflamación de la capa media del ojo), cataratas avanzadas o ciertos tipos de tumores oculares.
Momento de aparición del glaucoma
En caso de aparecer la enfermedad, el glaucoma puede desarrollarse en diferentes etapas de la vida, desde el periodo más temprano de la infancia, hasta uno más tardío en la etapa adulta.
- El más temprano, el glaucoma congénito, tiene lugar desde el inicio de la formación del bebé en el vientre de la madre. En este caso, su aparición no se puede evitar. Tras el nacimiento, los médicos detectan la patología ocular y, a partir de entonces, proceden a la aplicación del tratamiento requerido.
- Después de esta fase temprana, su aparición puede darse de forma indistinta en otros momentos de la infancia, adolescencia y edad adulta, ya sea por condicionantes de la propia persona, hábitos de vida o trastornos como traumatismos.
En estos casos, el desarrollo de la enfermedad sí que se puede evitar con una detección temprana de la misma. Debido a ello, es importante vigilar y controlar los síntomas de afección del campo visual, realizando revisiones periódicas en una clínica oftalmológica especialista en Madrid. La falta de control, asistencia y tratamiento adecuado podría afectar de forma irreversible la visión del paciente.
Apertura del ángulo iridocorneal
En este caso, se hace referencia nuevamente al glaucoma de tipo primario y glaucoma de tipo secundario, clasificándose en relación a la apertura de este arco.
El ángulo iridocorneal, es la región que se ubica en la raíz entre el iris y la córnea, en la cual se ubican los conductos por los que se drena el líquido intraocular. En función del ángulo y su relación con el desarrollo del glaucoma, podemos hablar de glaucoma de ángulo abierto o glaucoma de ángulo cerrado.
- En el primer caso, el glaucoma de ángulo abierto, normalmente glaucoma primario, el ángulo es normal y, como hemos mencionado anteriormente, la obstrucción de estos conductos se desarrolla de forma lenta y progresiva.
Así se produce un glaucoma crónico simple que se caracteriza por aparecer lentamente y sin previo aviso, ya que los síntomas son muy leves.
- En el segundo caso, el glaucoma de ángulo cerrado, habitualmente relacionado con el glaucoma secundario, se produce por una causa concreta y reconocible que provoca una obstrucción inmediata de estos conductos por cierre de dicho ángulo. De esta forma, la presión intraocular sube rápidamente dañando el nervio óptico y, provocando síntomas muy característicos como dolor ocular, dolor de cabeza, vómitos y mareos.
3. ¿Cómo puedo saber si tengo glaucoma?
En este punto, es importante destacar que la mejor forma de reconocerlo y, controlarlo, es someterse a revisiones periódicas en una clínica oftalmológica.
- En el caso del glaucoma primario, también conocido como “ladrón de vista”, los síntomas de su aparición son prácticamente inexistentes, por lo que sí un profesional no realiza la detección precoz del glaucoma mediante pruebas oftalmológicas, no tendremos constancia de su aparición hasta que éste ya se encuentre en una fase avanzada.
El ojo no duele ni está rojo y la persona no ve mal (al menos al principio).
- En el caso del glaucoma por cierre angular, la enfermedad se puede detectar rápidamente, ya que cursa con dolor intenso y repentino del globo ocular, dolor de cabeza y, trastornos de la vista, como visión borrosa, halos de luz, etc.
4. ¿Cómo se diagnostica el glaucoma en una clínica oftalmológica en Madrid?
Es posible que la presión del ojo sea distinta durante el día. Incluso, es posible desarrollar glaucoma sin que se produzca un aumento sensible de la presión intraocular.
Debido a esto, para confirmar la presencia de la enfermedad es imprescindible la realización de diversas pruebas oftalmológicas, como la tonometría o medición de la presión intraocular, la exploración del campo visual, la oftalmoscopia o incluso la paquimetría (medición del espesor corneano central), entre otras.
En algunos casos, es posible que el médico especialista pueda sugerir al paciente optar por pruebas adicionales, a fin de efectuar un diagnóstico exhaustivo. Entre ellas podemos mencionar las siguientes:
- Fotografías escaneadas que muestren el estado actual del nervio óptico.
- Colocación de lentes especiales durante la sesión para que el experto observe el ánulo iridocorneal.
- Revisión de la retina con dilatación de pupilas en los dos ojos.
- Examen de la lámpara de hendidura para lograr una vista tridimensional de cada ojo.
- También se examina y mide el campo visual con extensión periférica y lateral.
- Realización de OCT o tomografía de coherencia óptica para ver el estado anatómico del nervio óptico.
Gracias a estas pruebas, es posible determinar con seguridad si el paciente tiene glaucoma y, en caso afirmativo, proporcionarle un tratamiento que preserve su vista. En cualquier caso, ante la más leve sospecha de padecer dicha enfermedad, lo mejor es solicitar ayuda de forma inmediata.
5. ¿Existe un tratamiento para curar esta enfermedad?
Dentro de las técnicas para tratar el glaucoma hay varias alternativas que se ajustan a las características y necesidades propias de cada individuo. Estos tratamientos se dividen en tratamientos farmacológicos y tratamientos quirúrgicos.
En el caso de los tratamientos farmacológicos, se busca reducir notablemente la presión intraocular para evitar seguir dañando el nervio óptico. Esto puede conseguirse mediante dos métodos diferentes de administración, por vía tópica y por vía oral.
En el caso, de la vía tópica, primera alternativa de administración del fármaco, el paciente se instila o pone gotas en los ojos, infiriendo el tratamiento directamente sobre el ojo y reduciendo así los efectos adversos sobre el organismo.
En este caso, si el paciente tiene dificultad para colocar el fármaco directamente en el ojo, este puede administrarse volteando la cabeza hacia el lado correspondiente en cada caso, para que el fármaco pueda acceder al globo ocular desde el pliegue palpebronasal.
Cuando el tratamiento por vía tópica sea insuficiente o, ineficaz, se administrará al paciente el tratamiento por vía oral.
En algunos casos y, dependiendo del tipo de glaucoma al que estemos haciendo referencia, existen diferentes tratamientos quirúrgicos que pueden ayudar a combatir y estabilizar la enfermedad. Generalmente, los tratamientos quirúrgicos para el glaucoma, tienen como finalidad recrear el orificio de salida del líquido intraocular, de forma que el propio ojo pueda equilibrar su presión sin recurrir a fármacos.
Estos son los procedimientos más empleados en la actualidad:
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Cirugía mínimamente invasiva
También se conoce con las siglas MIGS y es la técnica más novedosa en cuanto a la cirugía de glaucoma. Se les aconseja a los pacientes con hipertensión ocular leve o moderada para reforzar el tratamiento tópico, mejorando la tensión ocular a largo plazo.
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Dispositivos de drenaje valvulares
Se refiere a la colocación de pequeños aparatos de drenaje adecuados a las dimensiones de la zona que extraen los fluidos acumulados. Se sugiere para aquellos casos avanzados de glaucoma o en los que han fracasado los métodos terapéuticos propuestos por el médico en el centro oftalmológico.
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Trabeculoplastia con láser
Hay especialistas que optan por la alternativa láser con el fin de drenar el humor acuoso. Pasados algunos días el sujeto verá que la situación de su ojo mejora, pues al permitir que el líquido salga, se reduce la tensión intraocular.
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Cirugías filtrantes
Existen varios tipos, como la trabeculectomía y esclerectomía no perforante. Ambas también buscan el drenaje del humor acuoso con el fin de disminuir la presión ocular.
En la actualidad, son muchos los recursos que cada paciente tiene para detener el avance del glaucoma. La elección del método más adecuado para cada caso, dependerá siempre del estado en el que se encuentra la enfermedad, de las características intrínsecas de cada paciente y de las recomendaciones del médico especialista en glaucoma.
6. ¿Con qué recursos cuento para tratar la pérdida de visión por glaucoma?
Además del tratamiento suministrado por tu clínica oftalmológica en Madrid, existen otras alternativas que tú mismo puedes poner en práctica con el fin de mejorar tu calidad de vida.
Afortunadamente, en la actualidad los recursos existentes para mitigar los problemas cotidianos de la vista son abundantes.
- En primer lugar, es muy recomendable trabajar en conjunto con un terapeuta para adaptarse a esta nueva realidad, tener conocimiento extenso de las limitaciones del día a día y comenzar sesiones de rehabilitación donde recibirás herramientas que te serán de utilidad para el resto de tu vida.
- A nivel de lectura, una alternativa interesante es optar por artículos, libros o contenidos de edición especial para personas con falta de visión o, que están catalogados como ayudas visuales.
- Te recomendamos adquirir objetos con números y letras más grandes, materiales de audio y productos con mando a distancia.
7. ¿Se restablece la visión después del tratamiento?
La visión perdida a causa del glaucoma no volverá a recuperarse. Los daños que se producen en el nervio óptico como consecuencia del avance de la enfermedad son irreversibles, ya que el aumento de la presión ocular daña las células que constituyen el nervio, provocando su atrofia.
Debido a esto, es imprescindible realizar exámenes periódicos de la vista es un centro oftalmológico en Madrid con el fin de poder detectar cualquier problema de forma precoz, cuando la vista aún no ha sufrido ningún daño.
8. Tengo diabetes ¿podría sufrir glaucoma?
Para las personas que tienen diabetes las probabilidades de padecerlo se incrementan, en comparación con los no diabéticos. Sucede porque esta afección está relacionada con el desarrollo de distintas patologías oculares que pueden potenciar la aparición del glaucoma, específicamente en su variable neovascular.
Esta variante ocurre cuando nuevos vasos sanguíneos comienzan a crecer en el iris, siendo éste un problema difícil de tratar.
Sin embargo, como hemos mencionado ya en varias ocasiones, en la actualidad existen numerosos tratamientos para combatir la enfermedad, por lo que el mejor recurso disponible siempre será optar por acudir a una clínica oftalmológica, para que un médico especialista pueda controlar la posible aparición del glaucoma y así, tratarlo cuanto antes.
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