En este artículo abordaremos la heterocromía del iris, una alteración del color y la estructura del iris. Aunque generalmente es benigna, puede ser el único indicio de un trastorno subyacente. Hablaremos del desarrollo y la importancia de mantenerse informados al respecto.
Esta condición anatómica que padecen algunas personas no tiene problemas asociados en la mayoría de los casos. Sin embargo, los oftalmólogos consideran que es una afección extraña presente en un porcentaje muy pequeño de la población mundial.
Si conoces a alguien con colores diferentes en los ojos, probablemente padezca uno de los tipos de heterocromía del iris. Como es un elemento diferenciador poco común, vale la pena conocer más sobre él y en Clínica Oftalmológica Ocumed compartiremos contigo la información que necesitas.
El iris es una pequeña membrana que se encuentra en el sistema ocular de las personas y los animales. Es de forma circular, tiene varios colores, y en su centro está la pupila, caracterizada por permitir la entrada de la luz al ojo.
Su finalidad es proporcionar el enfoque, ya que tiene la capacidad de expandirse y contraerse mediante un proceso único que explicaremos a continuación. Verás, consta de dos láminas de músculo liso con acciones contrarias y estos músculos controlan el tamaño de la pupila.
Así determinan cuánta luz llega al tejido sensorial de la retina. El músculo esfínter del iris es de forma circular y contrae la pupila con luz brillante, mientras que el músculo dilatador expande la abertura cuando se contrae.
Ahora bien, la cantidad de pigmento, melanina, es la encargada de determinar el color de los ojos. Cuando hay muy poco pigmento, factor que incluso es hereditario, el ojo es azul. Con mayor pigmento, el tono se vuelve de marrón oscuro a negro.
El color se define en este período. Aunque en un principio la coloración puede ser gris, al cabo de 10 meses se fija el tono definitivo dependiendo de la cantidad de los melanocitos, productores de la melanina. Cuando alguien desarrolla heterocromía, sufre un cambio en su composición ocular, y aparecen distintos colores.
Esta condición se observa de varias maneras en los ojos, puede ser completa o parcial. Se reconoce como una mutación que influye en la tonalidad de los ojos debido a la falta de melanina. Dicho esto, no podemos dejar a un lado que ciertas patologías también producen heterocromía.
La heterocromía del iris no viene acompañada de otro tipo de síntomas, solo causa cambio de color. Quienes nacen con esta condición no tienen problemas oculares, ni su estado de salud general se ve afectado. No obstante, podría ser signo de otra afección.
Como oftalmólogos, sabemos que la mayoría de los casos son de origen genético. Y no se encuentran asociados a anomalías oculares. Pero a continuación, pasaremos a ver enfermedades congénitas, la mayoría hereditarias, que presentan heterocromía:
Se considera una enfermedad rara de los ojos cuyo distintivo es que provoca atrofia facial, deterioro de la piel y los tejidos blandos, tan solo en la mitad del rostro.
Destaca como una condición genética conocida por originar sordera y defectos en ciertas estructuras faciales.
Aunado a esto, aparecen cambios en el color de la piel, el cabello y los ojos.
Es poco frecuente pero de herencia dominante. Tiene manifestaciones evidentes en los dientes, las uñas, el cabello, la piel y el sistema nervioso central.
En este caso particular, el ojo afectado presenta heterocromía del iris más oscura.
A diferencia del síndrome de Waardenburg, no está relacionado con la sordera. Produce áreas despigmentadas o sin pigmentación en zonas como tronco, cabeza, cabello, pestañas y ojos.
Suele aparecer al momento del nacimiento del bebé y se manifiesta como un trastorno intestinal. Una de sus implicaciones es que se asocia directamente con la heterocromía del iris, pues reduce la pigmentación del iris.
Su causa principal no es genética. Resulta de otro trastorno médico que afecta el sistema nervioso simpático en un ojo.
¿Cómo identificarlo? Pues, el iris es más claro en comparación con el del otro ojo, el párpado se encuentra caído y la pupila es pequeña.
Aunque es poco frecuente, produce tumores benignos en diversos órganos, entre ellos, los ojos, que se detectan durante la infancia y la niñez.
Afecta a mujeres y hombres por igual. Existen tres tipos, cada una con signos particulares. En este caso, se desencadenan trastornos de melanina conocidos por generar anomalías en el color de los ojos y la piel.
Adicionalmente, no podemos perder de vista que los nódulos aparecen en el iris. Son elevaciones de color amarillo claro o marrón más evidentes en uno de los ojos, pese a que están en ambos.
Al estudiar la heterocromía del iris, se observa un tipo de heterocromía que se genera por causas diferentes a las genéticas, y provoca siempre alerta médica ya que aparece de nuevo.
La razón es que el origen lleva al padecimiento de otras enfermedades relacionadas con los ojos que son graves.
Nos referimos a aquellos que contienen hierro retenido, ya que existe la posibilidad de que causen siderosis, mejor conocido como un depósito de hierro dentro del ojo, que da como resultado un iris más oscuro.
Solo cuando tiene larga duración debido a un traumatismo. Sucede lo mismo que en el caso del cuerpo extraño, en ocasiones produce un depósito de hierro en el ojo debido a la descomposición de los productos sanguíneos.
En efecto, un traumatismo puede cambiar el color del iris como consecuencia de la atrofia.
Sucede independientemente de si el impacto fue penetrante o contuso.
En el caso del iris sucede que la zona posterior, se convierte en la parte frontal del iris a través del espacio pupilar, lo cual hace que cambie el color.
Se conoce que podrían causar oscurecimiento o aclaramiento del iris. Así como también el melanoma maligno o los tumores metastásicos.
La melanina ubicada en la zona posterior del iris se desprende. De manera que surgen áreas con falta de pigmento.
Vale la pena destacar que el pigmento desprendido queda atrapado en el sistema de drenaje del ojo o se dispersa por su interior.
Representa un reto para los oftalmólogos debido a su difícil manejo. Se caracteriza por anormalidades en el iris, y la retina, con formación de nuevos vasos sanguíneos que generan el aumento de la presión ocular y desprendimiento de retina.
Afecta a pacientes cuyas edades oscilan entre 20 y 50 años de edad. Esta afección constituye una causa de heterocromía del iris no infrecuente. Se asocia con frecuencia a catarata.
Puede ser congénito o adquirido. Destaca porque se interrumpe la vía simpática del sistema nervioso central que va hasta el ojo y sus áreas circundantes. Esto origina heterocromía del iris.
No se puede relacionar la opacidad de la córnea con solo una afección. Al contrario, aparecen debido a múltiples causas, cuyas consecuencias se evidencian en el color del iris. Aunado a esto algunas condiciones como cicatrices en la córnea influyen en su apariencia.
La condición de la que estamos conversando hoy se clasifica en varias categorías que, a su vez, se subdividen. Gracias a las características propias de cada una, es posible diferenciarlas a medida que causan síntomas, si las hay.
La heterocromía del iris es clasificada por los expertos en varias categorías, son tipos que se presentan en la vida de las personas. Las diferentes características que tienen permiten diferenciarlas y reconocerlas a medida que vayan causando síntomas, solo si los hay.
No es tan común en las personas. No obstante, se observa en el mundo animal, sobre todo en los gatos, perros huskies siberianos y dálmatas. La heterocromía completa hace que las tonalidades de ambos ojos sean completamente distintas, dando como resultado un ojo de una tonalidad y otro con un color opuesto.
En los humanos también ocurre y produce un efecto visual atractivo e inusual al mezclarse dos colores en distintas partes del iris. Son comunes con tonos marrones, azules y verdosos.
Cuando una persona padece de este tipo de alteración en el iris, aparece una tonalidad distinta en la parte central que rodea a la pupila.
Es muy vistoso por el cambio de tono que contrasta con el color de fondo, pues no se mezcla con el anillo.
Ocurre en este caso que varios niveles de melanina incurren en el iris, y quedan distribuidos en distintas zonas del ojo. Los médicos han examinado este fenómeno durante mucho tiempo, sobre todo cuando existe el llamado desarrollo del medio iris.
Este especialista podrá determinar si existen daños en el sistema ocular y cómo abordarlos. Sin embargo, cuando se trata de una condición benigna notoria por el cambio de color, que no debería suponer problemas para la visión del paciente, no hará falta tratamiento alguno.
Si existiese una enfermedad que genere el cambio de color en los ojos, los padres recibirán la orientación necesaria del oftalmólogo. Cuando las personas son conscientes de la heterocromía del iris, saben que por lo general no es peligrosa.
Si tú o alguna persona que conoces presenta esta condición, en Clínica Oftalmológica Ocumed podemos brindarle la atención personalizada que merece. Estamos capacitados para ayudarle a despejar cualquier duda y proporcionar el tratamiento adecuado si lo requiere.
Tomando en cuenta que la mayoría de los casos son leves, no asociados con ninguna otra enfermedad ocular, y tampoco son progresivos, las personas con esta afección tienen buen pronóstico si no presentan problemas visuales.
Ahora bien, el panorama cambia si el paciente tiene heterocromía de origen adquirido que amerita el tratamiento de la causa subyacente. Cuando esto ocurre, el procedimiento sugerido por el oftalmólogo suele tener éxito y prevenir la pérdida de visión.
Nuestro equipo de profesionales está capacitado para tratar las enfermedades que afectan el funcionamiento de la visión. Si tienes heterocromía de iris, en Ocumed evaluaremos cuál es su origen y te aconsejaremos los mejores cuidados para preservar tu salud ocular.
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