Muchos pacientes con ojo seco se quejan de mala visión a la hora de llevar a cabo tareas de la vida cotidiana como la lectura o durante la conducción. Se debe, principalmente, a la falta de película lagrimal que regularice el epitelio corneal.
Nuevos estudios, además, han probado la prevalencia del ojo seco en un importante tanto por ciento de pacientes en consultas oftalmológicas.
Entre los síntomas más comunes están el ojo rojo, la sensación de irritación y la sequedad ocular. Y si bien es cierto que la enfermedad del ojo seco no se considera una afección severa, sí es cierto que en casos muy extremos puede derivar en ceguera.
El tratamiento del ojo seco requiere un enfoque múltiple. La estrategia terapéutica debe dirigirse a reducir los factores que agravan la enfermedad del ojo seco. Pero además, hidratar la superficie ocular, promover la retención de lágrimas, restaurar la osmolaridad de la película lagrimal, estabilizar la superficie ocular e inhibir la producción de mediadores inflamatorios.
Objetivos del tratamiento en una clínica experta en ojo seco
Hay que entender que, al igual que no hay 2 personas iguales, no se las puede tratar de la misma manera. Las diferentes opciones terapéuticas se aplicarán de forma individualizada en función de la gravedad del ojo seco y de la coexistencia o no de otras alteraciones de la superficie ocular. También se tendrá en cuenta la presencia de inflamación a nivel de la superficie ocular y/o de la asociación a enfermedades sistémicas.
Sin embargo, aunque los tratamientos puedan variar dependiendo del paciente, todos deben esperar unos mismos objetivos. Una vez finalizado el tratamiento, todos deben ver reducidas sus molestias oculares y mejorada, por tanto, su calidad de vida. Un tratamiento ideal deberá:
- Proteger la superficie del ojo.
- Integrarse con la lágrima existente.
- Ser duradero y lo más cómodo posible para el paciente.
- Facilitar la renovación de las células epiteliales dañadas.
- Mantener la homeostasis de la superficie ocular.
- Prevenir el posible daño futuro
En cuanto a objetivos más específicos, un buen tratamiento deberá mejorar la homeostasis de la superficie ocular y la película lagrimal. El “éxito” del tratamiento dependerá de que el paciente conozca la naturaleza exacta de su enfermedad. Es muy importante que entienda y asuma que es una enfermedad generalmente benigna, pero crónica y sin curación.
Mejorando los factores externos o ambientales que afectan al ojo seco
Es conveniente que, aun si no se sufre de ojo seco, se actúe sobre ciertas situaciones que, o bien disminuyen la producción lagrimal, o bien aumentan la evaporación de la misma. Por ejemplo, hay fármacos antidepresivos o antihistamínicos que se ha demostrado que reducen la producción lagrimal.
También deberemos minimizar o eliminar condiciones ambientales adversas de baja humidificación, así como la exposición prolongada a aparatos de aire acondicionado. Es recomendable, por otra parte, no conducir con las ventanillas abiertas y evitar corrientes de aire.
Los usuarios habituales de pantallas de ordenador pueden mejorar también la posición ergonómica de las mismas. Además, el empleo de gafas reduce la evaporación de la lágrima si lo comparamos con el uso de lentes de contacto, por lo que es un factor a tener en cuenta. Sobre todo si pasamos largos períodos de tiempo frente a una pantalla. También debe evitarse asimismo la exposición a contaminantes atmosféricos, humo, irritantes y disolventes entre muchos otros.
Consejos para reducir los síntomas en usuarios habituales de pantallas de ordenador
Al hacer uso de las pantallas de ordenador, los usuarios tienden a parpadear un número significativo menos de veces. Esto, como cabe esperar, conlleva a que el ojo se encuentre menos húmedo de lo que se considera bueno, pues el parpadeo es una de las formas naturales de hidratación de este.
Por eso, es importante que:
- La altura de la pantalla del ordenador esté a la misma altura o por debajo del nivel de la altura de los ojos, pues así se reduce la apertura interpalpebral y con ello la evaporación de la lágrima.
- Otro consejo a seguir es que los usuarios frecuentes de ordenador no permanezcan más de 2 horas ininterrumpidas trabajando con el mismo.
- Una pantalla de LCD puede resultar de gran ayuda, ya que son menos reflectantes.
- Una buena iluminación y un equilibrio entre luz artificial y natural también mejorarán las condiciones de trabajo en los pacientes de ojo seco, así como prevenir posibles casos
- Hacer descansos periódicos ayuda a reducir la evaporación lagrimal, así como realizar movimientos de cierre palpebral voluntario. De esta manera, compensamos la reducción de la frecuencia de parpadeo que se asocia invariablemente a la lectura continuada, al trabajo con pantallas de visualización y al uso de videoconsolas.
- Hay casos muy concretos en los que incluso se puede recomendar el uso de humidificadores.
- Y si por lo que fuese, esto nos resulta insuficiente, podemos hacer uso de la regla de 20-6-20. Es decir, cada 20 minutos, fijarnos en algo que esté a 6 metros durante 20 segundos.
Recomendaciones para reducir las molestias en pacientes con lentes de contacto
Hay que destacar que ningún paciente de ojo seco debería usar lentes de contacto, pues estas, en el mejor de los casos, no serán cómodas de llevar, llegando incluso a agravar el problema. Y si pensamos que estas pueden estar provocando un problema, deberemos limitar sus horas de uso y emplearlas junto con lágrimas artificiales.
Las lentes desechables diarias son una mejor alternativa a las de larga duración, pues evitan el uso de sustancias tóxicas que incluso aclaradas, resultan nocivas para el ojo.
La reciente aparición en el mercado de lentes desechables con baja hidrofilia (hidrogel-silicona) podría reducir considerablemente el problema.
Relación entre el ojo seco y fumadores
Es bien sabido que las personas que fuman tienden a padecer una mayor rojez en sus ojos, así como picor. Distintos estudios han comprobado que el tabaco tiene un efecto perjudicial sobre la capa lipídica de la película lagrimal precorneal. Recientemente se ha llevado a cabo un estudio comparativo entre 60 pacientes fumadores durante una media de 13 años frente a 34 pacientes no fumadores.
Los resultados mostraron diferencias significativas en cuanto a tiempo de ruptura lagrimal, sensibilidad corneal y conjuntival (medidas mediante estesiometría) y alteraciones en la composición de la película lipídica (medida por interferometría). No se encontraron diferencias en cuanto a producción lagrimal y densidad de células caliciformes. El tabaquismo no sólo está relacionado con el ojo seco, también se han encontrado evidencias de que está relacionado en mayor o menor medida con las cataratas, la degeneración macular, la retinopatía diabética o uveítis.
En caso de que una persona sea fumadora, siempre es recomendable que deje el hábito, pues sin aportar ningún beneficio a nuestra salud, sí que ayuda a desarrollar y agravar problemas para la misma. Y si una persona no es fumadora, una opción es evitar espacios de fumadores.
La ingesta de ácidos grasos esenciales para el tratamiento del ojo seco
Los ácidos grasos esenciales son necesarios para la salud. Estos elementos no pueden ser sintetizados por los vertebrados y han de obtenerse a través del aporte dietético. Es decir, se ingieren cuando comemos. Entre ellos se encuentran los ácidos grasos omega-3 y omega-6. Los omega-6 son precursores del ácido araquidónico y de ciertos mediadores proinflamatorios lipídicos (prostaglandinas y leucotrienos), mientras que los omega-3 inhiben la síntesis de estos mediadores lipídicos.
Durante un estudio, se ha observado como los ácidos grasos esenciales linoleico y gamma-linoleico administrados por vía oral dos veces al día producen una mejoría significativa de los síntomas de irritación ocular. Además, reducían la tinción conjuntival con verde lisamina y mejoran la calidad del componente lipídico de la película lagrimal, especialmente en pacientes con blefaritis.
Existen preparados comerciales disponibles que incluyen estos ácidos grasos esenciales y que podemos emplear especialmente en ojo seco evaporativo asociado a blefaritis y disfunción meibomiana. Aun así, alimentos como el pescado (salmón, atún, caballa o sardinas, por ejemplo), seguido de frutos secos (nueces y semillas) y de aceites de plantas (como el de soja), son ricos en estos ácidos esenciales.
El uso de lágrimas artificiales para aliviar las molestias
Las lágrimas artificiales son gotas que ayudan a mantener húmedo el ojo seco. Se usan para aliviar diversas molestias oculares o para contrarrestar determinadas condiciones ambientales que pueden ser nocivas para los ojos.
Aun así, las lágrimas artificiales, nunca deben sustituir una visita al oftalmólogo. Especialmente si observamos o sentimos algún tipo de anomalía en nuestros ojos. Es posible que las lágrimas artificiales sean insuficientes incluso para dolencias menores. Además, no todas las lágrimas oculares son iguales, por lo que un profesional de la salud ocular será quien deba determinar qué sustancia es más conveniente para tu caso.
Ocumed cuenta con los tratamientos más avanzados para el ojo seco
En Ocumed estamos siempre a la vanguardia en lo que a tratamientos oculares se refiere. De hecho, disponemos de un centro único y especializado en España para diagnosticar y tratar la enfermedad del ojo seco, donde convergen expertos en esta enfermedad y la mejor tecnología para mejorar la calidad de vida de todos los pacientes que la padecen.
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