Clínica oftalmológica en Madrid – Tratamiento de la miopía con gotas de atropina

En el día a día de una clínica oftalmológica en Madrid , cada vez acuden más pacientes con algún tipo de ametropía, ya sea miopía, hipermetropía o astigmatismo. Podemos ya hablar de la miopía como una de las epidemias del siglo XXI. 

Los cambios socioculturales, junto a un estilo de vida cada vez más urbano y menos rural, están haciendo que la sociedad se esté «miopizando». El  uso excesivo de la visión cercana  es uno de los factores fundamentales de esta epidemia. Sabemos con seguridad que la población no va a dejar de usar sus dispositivos (móviles, tablets, ordenadores,..) en una época en la que la tecnología está tan presente en nuestra vida diaria.

Hay países en Asia, en los que hace 50 años, el 10%-20%  de la población presentaba miopía, hoy en día alcanzan tasas de hasta el 90% de miopes adultos.

En Estados Unidos y Europa la tendencia es que hay un incremento considerable de miopes cada año. Algunos estudios afirman que reducir tal progresión en un 50%, evitaría que casi el 90% de estos miopes alcanzaran altas miopías y los problemas secundarios que ésta conlleva.

Hasta que esto sea posible la salud visual es una de la prioridades de este siglo y por ello cada vez aparecen más tratamientos de salud visual más punteros y optimizados.

Clínica oftalmológica Madrid: Tratamiento con gotas, lentillas y gafas para la miopía

 Como profesionales de la salud visual que somos es fundamental poner medios para controlar dicha epidemia. En la actualidad existen varias opciones para el control  de la miopía, pues aunque no se ha descubierto una cura absoluta para la miopía que no implique de cirugía, ahora los doctores oftalmológicos pueden ofrecer una serie de tratamientos que retardan su progresión en niños y adolescentes que están aún en época de desarrollo.

Estos tratamientos lo que buscan es inducir cambios en la estructura y el enfoque del ojo, para de esta forma reducir el estrés y la fatiga a la que se ven sometidos. Estas dos afecciones son las principales causantes del desarrollo y la progresión de la miopía.

¿Por qué es importante llevar a cabo tratamientos para el control de la miopía?

Cualquier tratamiento de tipo preventivo, logrará que el paciente pueda cuidar su salud de forma optimizada. Ya que el coste en salud y dinero de llevar a cabo un tratamiento cuando ya nuestra salud está resentida, siempre será mayor.

Es por ello que en Ocumed te recomendamos llevar a cabo un tratamiento para retardar la progresión de la miopía.

Pues en este caso concreto, se puede evitar que el paciente acabe desarrollando niveles altos de miopía, que desemboquen en el uso de gafas graduadas con cristales de grosor considerable, que a su vez se han asociado con problemas oculares graves con el paso del tiempo, como por ejemplo, un desarrollo precoz de cataratas o incluso de desprendimiento de retina.

Tratamiento para el control de la miopía

Una vez visto lo importantes que son los tratamientos preventivos de la miopía, a continuación te contamos los tratamientos más empleados para el control de ésta:

El uso de lentes de contacto con geometría multifocal

Las lentes de contacto multifocales son capaces de corregir la presbicia o vista cansada a la vez que la miopía, hipermetropía o astigmatismo.

En este caso este tipo de lentes producen desenfoque retiniano periférico. El Desenfoque Periférico se ha comprobado que es un buen método para ralentizar el crecimiento de la longitud axial del ojo y por lo tanto para el control de la miopía.

Ortoqueratología

Este tratamiento se basa en el uso de un tipo de lentes de contacto permeable al gas que moldean la córnea. Es uno de los tratamientos para la reducción de la miopía más utilizados. Hay dos tipos de ortoqueratología:

• La Ortoqueratología diurna: es aquella en la que, como su propio nombre indica, se usan las lentes durante el día o parte de las horas del día. Este es uno de los procedimiento oftalmológicos más antiguos que empezó en los años 60. Según estudios realizados, tiene una tasa de reducción media de la miopía en torno a 1.00 dioptría, si se realiza un tratamiento de unos 18 meses. El tratamiento con Ortoqueratología diurna tuvo un avance en los años 90, gracias a las lentillas de contacto de geometría inversa, pues se consiguió tratar hasta -2.75 dioptrías en un periodo de tiempo de tan solo 3 meses. Este recibió el nombre de Ortoqueratología Acelerada.
• La Ortoqueratología nocturna: junto con la aparición de la Ortoqueratología Acelerada, apareció también lo que se conoce como Ortoqueratología nocturna. Nuevamente gracias a las lentillas de contacto de geometría inversa, que esta vez se podían utilizar por la noche mientras el paciente se encontraba durmiendo. En la actualidad, es la técnica más usada y recomendada por los profesionales.

El uso de gafas progresivas o bifocales

Este tipo de tratamiento oftalmológico con gafas, es ideal para personas que sufren de presbicia combinada con algún otro tipo de defecto visual, como miopía, hipermetropía o astigmatismo, porque se corrige todo con las mismas gafas.

Las gafas bifocales son aquellas usadas para tratar problemas visuales de cerca o de lejos. Éstas se crearon para compensar dos errores refractivos diferentes, la presbicia y la miopía, en personas de diferentes edades. Su incapacidad para corregir la visión intermedia, ha hecho se vuelva un tratamiento obsoleto y sea sustituido por las gafas progresivas, que cubren de forma completa toda la visión.

La instilación de gotas ciclopléjicas

Este tipo de tratamiento es uno de los más novedosos y efectivos. Recientemente un ensayo clínico publicado por la Academia de Oftalmología Americana, afirmaba que el uso de colirios ciclopléjicos como la atropina, era el método más eficaz en la deceleración de la miopía. ¿Pero qué es la atropina?

Atropina, gotas para la miopía

El oftálmico atropina es un producto muy usado para realizar los exámenes de los ojos, con estas gotas, se dilata la pupila y se comprueba el tipo de visión que tiene el paciente. También puede usarse para aliviar el dolor provocado por la hinchazón y la inflamación de los ojos y como tratamiento para controlar la miopía.

Si hablamos de la atropina como tratamiento para la miopía, podemos decir que es un fármaco aplicado en formato de gotas para los ojos (aunque lo hay en formato pomada, es menos usado), para retrasar la progresión de este problema oftalmológico durante la infancia y la adolescencia del paciente. Los oftalmólogos han estado utilizando este tipo de gotas al 1 por ciento desde hace muchos años, como una alternativa al uso del parche, para tratar el ojo perezoso o la ambliopía.

La atropina es un fármaco parasimpaticolítico que actúa bloqueando los receptores muscarínicos del músculo ciliar y del músculo liso del iris, produciendo por consiguiente, midriasis (dilatación de la pupila) y cicloplegia (supresión del músculo ciliar y paresia  acomodativa).

 La atropina se aplicaba en el tratamiento de  ambliopías profundas desde hace tiempo y su uso no se extendió por los numerosos efectos secundarios que causaba.

El reciente estudio se hizo aplicando una gota diaria a una muestra de 400 niños entre 6 y 12 años de edad divididos en tres grupos. En cada uno de los grupos, la atropina administrada estaba diluida en distintas  concentraciones, al 0,5,% 0,1% y al 0,01%. 

Con estas bajas dosis se disminuían los efectos secundarios y la efectividad era similar a la que se conseguía utilizando altas dosis. La atropina, por sus propiedades ciclopléjicas, producía una parálisis de la acomodación, viéndose comprometido el «enfoque» produciendo el consiguiente efecto retiniano.

A los pacientes del estudio se les instiló una gota de atropina durante 24 meses, después se interrumpió el tratamiento otros 12 meses y a los niños cuya miopía progresó 0.50 dioptrías o más, lo retomaron con una dosis de 0.01% otros 24 meses más. A lo largo de este periodo se hizo un estudio biomecánico del ojo midiendo su longitud axial y equivalente esférico.

Las conclusiones del estudio afirmaron que la atropina al 0,01% era la que mejor se toleraba, minimizando los efectos secundarios. Esta pequeña dosis de atropina provocaba una leve dilatación pupilar, de apenas un milímetro, que minimizaba la sensibilidad a la luz al no producirse una midriasis completa. La visión cercana tampoco se veía demasiado comprometida.

Del mismo modo, esta concentración al 0,01% era la que  más deceleraba la miopización,  respecto a las otras concentraciones, siendo el «efecto rebote» mínimo, de un 24% frente a un 60% y un 68%  en las concentraciones de 0,1% y 0,5% respectivamente.

Ya conocíamos que la atropina era eficaz para ralentizar la evolución de la miopía, pero sus efectos secundarios adversos pesaban más que sus ventajas. Si se confirman estos indicios en ensayos clínicos multicentros, se abre una puerta al futuro en el control de dicha epidemia.

Cabe recordar que la mejor manera de controlar la aparición o progreso de la miopía es la prevención. Desde Clínica Oftalmológica Ocumed recomendamos  seguir la regla 20-20-20: cada 20 minutos de trabajo con visión cercana, mirar a una distancia de 20 metros durante 20 segundos.

¿Cómo se debe usar este medicamento?

La atropina puede venir envasada de dos formas: en forma de gotas para los ojos y como ungüento oftálmico.

El formato de gotas es más fácil de usar y se instilan entre 2 y 4 veces al día. Es importante que sigas las instrucción de tu profesional oftalmológico para su correcta aplicación.

Los pasos a seguir para ponerse las gotas oftálmicas son los siguientes (salvo que su médico oftalmológico le indique lo contrario):

1. Lavarse bien las manos con agua y jabón. Es imperioso para evitar un problema con los ojos.
2. Abrir bien el gotero y revisar que no esté astillada ni agrietada. Todo trabajo que se realiza cerca del ojo, es peligroso.
3. Mantener el gotero ligeramente lejos del ojo, para evitar que la punta del gotero pueda entrar en contacto con el ojo.
4. Recordar que las gotas oftálmicas y los goteros deben mantenerse limpios.
5. Inclinar la cabeza hacia atrás, con el dedo índice, bajar el párpado inferior del ojo para formar un hueco y que de esta forma no se escape el líquido por los lados.
6. Con la otra mano, sostener el gotero con la punta hacia abajo, cerca del ojo pero sin tocarlo.
7. Dirigir la mirada hacia arriba, mientras se oprime suavemente el gotero para que caiga una sola gota en el hueco del párpado inferior. Una vez esté la gota en el ojo, retirar el dedo índice que sostenía el párpado.
8. Repetir el mismo proceso con el otro ojo si es necesario.
9. Cerrar los ojos durante 2 – 3 minutos e inclinar la cabeza hacia abajo. No parpadear ni apretar.
10. Colocar un dedo en el lagrimal a cada lado y oprimir con suavidad ayudándote con un pañuelo, para eliminar el exceso de líquido.
11. Si hay necesidad de ponerse más gotas, es recomendable esperar al menos 5 minutos entre gota y gota.
12. Al terminar no secar, ni enjuagar la punta del gotero, solo colocar la tapa al frasco y apretar. Al ser un fármaco líquido, es recomendable lavarse las manos para eliminar los posibles restos de medicamento en contacto con la piel.

En Clínica de Oftalmología Ocumed somos expertos en medicina ocular

No dude en ponerse en contacto con nosotros para cualquier duda que le surja. Ocumed, Clínica Oftalmológica en Madrid, está a la vanguardia en los últimos avances del sector, con un equipo de expertos a tu disposición para cuidar de tu salud visual.

Si quieres llevar a cabo cualquier tratamiento oftalmológico de salud y prevención visual, te invitamos a visitarnos y así hacer una valoración de tu caso concreto. ¡Cuidamos de tu salud ocular!