No se conoce realmente la importancia del cuidado de la vista durante la niñez hasta que notas que tu hijo achina los ojos cuando ve la televisión o acerca el libro a su rostro para leer. La oftalmología pediátrica busca tratar la visión de los más pequeños, para prevenir, detener o ralentizar el avance de problemas oculares típicos de la infancia. A continuación, descubre más aspectos sobre ella que debes conocer.
Los primeros años de vida representan una época crítica para el desarrollo óptimo de la vista. Durante esta etapa, las áreas visuales del cerebro están en continuo desarrollo por la nueva estimulación lumínica sobre la retina.
Si durante estos años no existe una correcta reflexión de imágenes sobre la retina o una visión deficiente uni o bilateral, es muy probable que se desarrollen defectos de la agudeza visual que posteriormente deriven en otras complicaciones.
Es necesario un control oftalmológico temprano con el objeto de evidenciar posibles anomalías congénitas, defectos de refracción, ojo perezoso, entre otros, para una corrección a tiempo. De lo contrario, mientras más avanzada esté la condición, más complicado será el pronóstico y, por ende, la recuperación.
¿Qué es la oftalmología pediátrica?
La oftalmología pediátrica es una subespecialidad de la oftalmología que se encarga de tratar todas aquellas condiciones que comprometan la vista de los niños y bebés.
Un especialista oftalmólogo infantil se enfoca en la salud visual tanto de los niños con ojos sanos, como de aquellos con problemas para leer, aprender, lograr un examen de la vista con éxito, o con alguna anomalía anatómica del ojo.
Los oftalmólogos pediatras son médicos que cursaron la profesión de oftalmología y que luego se formaron en la subespecialidad pediátrica. Estos diagnostican, controlan y tratan todos los problemas oculares que se dan en la niñez.
Entre ellos:
- Defectos de refracción
- Estrabismo
- Traumatismos oculares
- Heridas
- Ambliopía
- Lagrimeo
- Ojo seco
- Glaucoma congénito
- Retinoblastomas
- Cataratas congénitas
Otras condiciones incluyen leucocoria e infecciones oculares.
¿Qué abarca la oftalmología pediátrica?
Más allá de un examen visual, una consulta de oftalmología pediátrica proporciona asistencia en los siguientes ámbitos:
- Atención quirúrgica. Esto a través de cirugías o intervenciones quirúrgicas especializadas como cirugía láser o microcirugía.
- Examen de rutina visual. Su principal propósito es explorar la agudeza visual, la estereopsis (visión a profundidad) y la existencia o no de estrabismo.
- Evaluación fondo de ojo y tests especializados de acuerdo a la edad.
- Diagnóstico, manejo y tratamiento de patologías en menores de 16 años.
- Indicación de gafas o lentillas en casos de problemas refractivos.
¿Cómo saber si un niño tiene problemas de la vista?
Es probable que un niño tenga problemas de visión cuando detectemos lo siguiente:
- Se acerca al papel para escribir.
- Acerca el libro a su cara para leer.
- Achina los ojos al ver la televisión o la pizarra.
- Sufre de dolores de cabeza al leer o en tareas que requieran agudeza visual.
- Desvía los ojos.
- Tiene movimientos oculares anormales.
- Lagrimea constantemente o le pican los ojos con frecuencia.
- Si tiene familiares con problemas oculares tales como miopía, hipermetropía, astigmatismo, u otros.
- Si sus párpados no parecen normales.
Además, hay otros motivos que pueden desvelarnos que un niño tiene algún problema de visión. En el siguiente artículo encontrarás 11 señales de alerta de problemas visuales en los niños.
¿Por qué es importante la visita al oftalmólogo?
Cuando el niño nace, su capacidad de visión es limitada al igual que el resto de sus funciones corporales. A medida que este madura, su visión adquiere más nitidez a la vez que aprende a caminar, a hablar y a ejecutar movimientos con mayor precisión.
El desarrollo de la capacidad visual se lleva a cabo con la maduración de los elementos que intervienen en el proceso de la visión. Este proceso en el infante continúa incluso después de su nacimiento, y se da durante los primeros años de vida.
Para que este se produzca, es imprescindible que el niño reciba una imagen nítida sobre su retina y que las vías ópticas se encuentren indemnes. Por lo tanto, si existe alguna causa que distorsiona esta imagen u obstaculiza la vía nerviosa, el desarrollo de la visión se verá afectado.
La visita al oftalmólogo cumple con examinar detalladamente todos los elementos que conforman el proceso de la visión y sus anexos, con el objetivo de diagnosticar cualquier anomalía durante esta etapa tan crítica de desarrollo para proporcionar tratamiento inmediato y corregir las alteraciones.
¿Cuándo acudir al oftalmólogo pediatra?
Aunque el momento de la visita es variable, la recomendación general es que todo niño con aparente visión ‘‘normal’’ y con padres con problemas de visión, incluidos los de refracción, acuda a una visita oftalmológica entre los 6 y 9 meses de edad.
Si por el contrario los padres no tienen problemas visuales y el niño tiene por lo general una vista normal, la recomendación es asistir a la primera consulta oftalmológica entre los 2 y 3 años de edad.
Los niños no son adultos pequeños. Al contrario, son seres totalmente distintos a los adultos que requieren de una atención, manejo y control adaptado a su etapa y características individuales.
No es necesario que el niño exprese su incomodidad ocular para visitar a un oftalmólogo, ya que ellos no conocen cómo debe ser una visión ideal y no saben expresar con claridad sus malestares.
Los padres son un ancla en la detección precoz de signos de alarma, y son los primeros en evaluar y detectar cualquier anomalía.
¿Cómo saber si mi bebé ve bien?
La oftalmología pediátrica cuenta con métodos diagnósticos especiales que permiten detectar si un bebé no ve correctamente. En los bebés, generalmente se toma en cuenta el comportamiento visual más que los resultados que desarrollen los exámenes, aunque estos representan indicadores útiles.
Un recién nacido sano cierra los ojos como reflejo a una luz brillante o sigue objetos con la mirada durante las primeras semanas de vida. A los 4 o 6 meses, debería fijar la vista al rostro humano (principalmente la cara de su madre).
Este comportamiento visual es más importante para el especialista, ya que representa hitos del crecimiento y desarrollo humano. Generalmente se dan de la siguiente forma:
- Al mes de edad debe fijar su mirada en el rostro materno.
- A los 3 meses debe fijar la vista y seguir rostros en movimiento. Mira sus manos frente a su rostro.
- A los 4 meses debe tratar de coger algún objeto de su interés.
- A los 6 meses juega y observa un objeto en su mano.
- Al año de edad es capaz de tomar objetos usando su mano como pinza y busca un juguete que ha salido de su campo de visión.
- El niño alcanza la visión de un adulto normal (20/20) entre los 3 y 5 años de edad.
Cuando estos no se cumplen o se dan de forma tardía, es muy probable que el bebé no vea bien.
Estrabismo en los niños: un problema que tiende a pasar desapercibido
Los ojos de un recién nacido sano pueden no estar perfectamente alineados. La mayoría de los niños establecen un alineamiento ocular estable entre las 3 o 4 semanas de vida, y en algunos casos esta inestabilidad continúa hasta los 4 o 6 meses sin que la visión sufra consecuencias.
La desviación de los ojos se denomina estrabismo, y es una condición frecuente en los niños en donde la alineación ocular se pierde. Los ojos normales deben estar alineados o derechos, y seguir un movimiento simétrico y bilateral en donde uno se complementa con el otro.
Si esto no ocurre durante los primeros meses, la recomendación general es que todo niño mayor de 3 meses que desvíe los ojos debe ser evaluado por un oftalmólogo pediatra. Entre las causas de estrabismo se mencionan:
- Desequilibrio de los músculos del ojo por parálisis muscular o fibrosis.
- Percepción inadecuada de imágenes en la retina por problemas de refracción u opacidad de los medios.
Si quieres conocer en mayor profundidad el estrabismo en los niños y otros aspectos de la vista a temprana edad, consulta el siguiente artículo de OCUMED sobre la oftalmología pediátrica y el estrabismo.
Oftalmología para niños: la importancia de acudir a consulta hoy en día
Actualmente, existe una epidemia de niños con problemas oftalmológicos. El tiempo dedicado a actividades al aire libre, las salidas con amigos y las idas al colegio han disminuido, mientras que el tiempo de horas frente a las pantallas ha aumentado.
Los videojuegos, el televisor, las tabletas y los teléfonos inteligentes han hecho que sean más dependientes de una pantalla.
En general, las pantallas están dañando la visión de los niños desde que son pequeños. Por lo que cada día son más los niños que sufren problemas refractivos, disminución de la agudeza visual y una variedad de condiciones oftalmológicas.
Acudir al oftalmólogo rutinariamente permite detectar estos problemas a tiempo para evitar retrasos en el aprendizaje relacionados con la lectura y escritura, así como mejorar el pronóstico de las mismas y la calidad de vida del infante.
Un oftalmólogo de niños sabe cómo hablar con un paciente pediátrico, qué exámenes realizar y cómo entender su comportamiento una vez iniciada la consulta.
La evaluación no solo se centra en la visión, sino en su desarrollo motor, social y de lenguaje a lo largo de su vida después del nacimiento.
Con la detección precoz de cualquier problema ocular que impida el desarrollo de la visión y el correspondiente tratamiento oftalmológico para conseguir su corrección, es posible evitar graves discapacidades visuales y de aprendizaje.
En OCUMED cuentas con un equipo de profesionales con experiencia en evaluación pediátrica de la más alta calidad. Nuestros espacios están pensados para los pequeños, así como la atención y la experiencia médica.
La visión es una herramienta crítica para el desarrollo de todo niño durante sus primeros años de vida. Tenga la certeza de que un oftalmólogo pediatra le devolverá a su hijo la agudeza visual que necesita para crecer saludablemente.