La enfermedad del ojo seco (EOS) y la blefaritis son condiciones que aunque se encuentren en dos polos opuestos, tienen mucho que ver. La blefaritis implica la inflamación del párpado, mientras que el ojo seco consiste en un abanico de síntomas que coinciden con los criterios de una enfermedad crónica. Pero es muy importante saber cuáles son los síntomas de ojo seco y blefaritis para tratarlos a tiempo.
El ojo seco es un motivo frecuente de consulta oftalmológica, especialmente por los adultos mayores y mujeres en edad postmenopáusica. Sus síntomas son variables, e incluye sensación de cuerpo extraño, arenilla, visión borrosa o dolor ocular, y aunque parecen inocuos, pueden perjudicar la calidad de vida progresivamente si no se les atiende a tiempo.
Por otro lado, la blefaritis consiste en la inflamación aguda o crónica del borde del párpado. Sus síntomas son más concretos, y va desde el edema hasta el enrojecimiento y picor.
En OCUMED, parte del compromiso con nuestros pacientes es mantenerlos informados sobre las diferentes enfermedades oftalmológicas y sus posibles complicaciones, con el fin de que puedas detectar los síntomas a tiempo y asistir de inmediato al especialista.
La enfermedad de ojo seco
El ojo seco es una condición que ha ido evolucionando con el tiempo a medida que más investigaciones se han hecho al respecto. Anteriormente, no se sabía su origen, afortunadamente hoy en día se conoce que es una enfermedad de la superficie ocular provocada por múltiples factores, donde la película lagrimal (lágrimas) se ve afectada y genera síntomas oculares molestos.
Puede afectar a cualquier persona. Sin embargo, es una patología que se ve con más frecuencia en adultos mayores y en mujeres después de la menopausia, probablemente en relación con su mecanismo de desarrollo.
En España, el 11% de los adultos mayores de 40 años sufren de ojo seco, siendo las mujeres las más afectadas en comparación con los hombres (11.9% y 9%, respectivamente). Esta frecuencia aumenta proporcionalmente con la edad.
Síntomas de la enfermedad de ojo seco
La enfermedad del ojo seco abarca una variedad de síntomas inespecíficos, por lo que acudir al especialista oportunamente es la única manera de confirmar el diagnóstico. Los síntomas incluyen:
- Sensación de cuerpo extraño o arenilla
- Picor ocular
- Sensación de sequedad ocular
- Dificultad al abrir los ojos al despertar
- Disminución de la agudeza visual
- Irritación ocular
- Fatiga visual
- Hipersensibilidad a la luz (fotofobia)
- Sensación de ojos pesados
- Dolor punzante ocular
- Lagrimeo posterior a la irritación ocular
Los síntomas varían tanto en intensidad como en frecuencia, y de hecho, algunas personas sufren de ojo seco y no presentan síntomas, por lo que se les considera asintomáticos.
Si has tenido alguno de estos síntomas recientemente te recomendamos que acudas a nuestra consulta oftalmológica lo más pronto posible, ya que la enfermedad puede avanzar silenciosamente y derivar en lesiones oculares más graves.
Causas del ojo seco
Para entender sus causas primero es necesario que conozcas brevemente el aparato lagrimal. Este consiste en un conjunto de estructuras que permiten la producción, secreción y drenaje de las lágrimas, incluyendo glándulas como la lacrimal, accesorias y las de Meibomio.
El último fin del aparato lagrimal es formar lágrimas sanas que cubren la superficie ocular, para humedecer la córnea y la conjuntiva, y mantener el ojo limpio de alérgenos, patógenos o de impurezas.
El término de ‘‘lágrimas sanas’’ hace referencia tanto a la cantidad como a la calidad de la película lagrimal. Cuando la lágrima reviste el ojo forma algo llamado película lagrimal, que consta de tres capas; una mucosa, que está en contacto directo con la córnea (interna), una acuosa intermedia, y una oleosa o lipídica que está en contacto con el exterior (externa) y evita la evaporación de las capas anteriores.
La importancia de la película lagrimal en nuestro ojo se debe a que es esta capa la que se encarga de proteger la córnea y la conjuntiva del ojo. Por tanto, el ojo seco se produce cuando no hay un equilibrio en la producción de las lágrimas, ya sea porque su composición está alterada o porque se producen en muy poca cantidad.
Las causas de este desequilibrio se pueden clasificar en dos grandes grupos dependiendo de lo que está comprometido:
Ojo seco acuodeficiente
En el ojo seco acuodeficiente hay poca o ninguna producción de lágrimas, por esto también se le denomina hipolacrimia (disminución del volumen de lágrimas). Las causas asociadas a este trastorno suelen provocar enfermedades como:
- Síndrome de Sjögren.
- Artritis reumatoide.
- Lupus eritematoso sistémico (LES).
- Síndrome de Stevens-Johnson.
- Ausencia de la glándula lagrimal ya sea congénita o secundaria a cirugías o radiación.
- Enfermedades que cursan con una disminución de la sensibilidad corneal, como diabetes mellitus, herpes zoster, o lesiones nerviosas.
- Enfermedades infiltrativas o infecciosas como la sarcoidosis, amiloidosis o hemocromatosis.
- Parálisis facial con compromiso de las glándulas secretoras de lágrimas.
Ojo seco evaporativo
A diferencia del anterior, en el ojo seco evaporativo se producen lágrimas, pero por la poca o ninguna cantidad de lípidos, que deben ser producidos por las glándulas de Meibomio y que constituyen la capa más externa (oleosa), se evapora el agua de las lágrimas, y el ojo queda sin lubricación más rápido de lo esperado.
Como hemos comentado, las glándulas de Meibomio son las principales en producir la capa oleosa de las lágrimas, por lo que entre las causas se incluye cualquier enfermedad que altere dichas estructuras, como la blefaritis, alteraciones hormonales (déficit de andrógenos), irritaciones mecánicas o físicas (por radiaciones ultravioletas o infrarrojos) o agenesia de glándulas de Meibomio.
La blefaritis tiene íntima relación con el ojo seco porque una inflamación o infección del párpado tiende a comprometer las glándulas de Meibomio, ya que estas se encuentran a lo largo del borde palpebral donde nacen las pestañas.
Ojo seco y blefaritis
Como ya lo comentamos, la blefaritis consiste en la inflamación súbita o crónica del párpado, que se acompaña de picor, ardor, enrojecimiento y edema del mismo. Las causas también son muy variadas, pero por lo general incluyen infecciones y disfunciones de las glándulas de Meibomio.
Blefaritis aguda
La inflamación del margen palpebral que se da rápidamente se conoce como blefaritis aguda, y está en relación con infecciones bacterianas, especialmente por estafilococos y alergias.
Otras causas son:
- Infecciones bacterianas, fundamentalmente por estafilococos.
- Infecciones virales, como herpes zoster o simple.
- Otras infecciones causadas por parásitos, como Demodex.
- Infecciones por hongos, como Candidiasis.
Las infecciones suelen ocasionar un cuadro ulcerativo en donde el párpado además de estar inflamado, se cubre de costras y de secreción espesa. Las infecciones virales característicamente producen secreción un poco más clara que las provocadas por bacterias.
En cambio, las fluctuaciones estacionales y la dermatitis atópica producen más fricción en respuesta al picor ocular intenso y sensibilidad al contacto.
Blefaritis crónica
Consiste en la inflamación sostenida del párpado por otras causas no relacionadas con infecciones.
Entre ellas figura la disfunción de las glándulas de Meibomio, la rosácea, y la dermatitis seborreica.
En la disfunción de las glándulas de Meibomio, la composición lipídica de las lágrimas es anormal y los conductos y orificios por donde deben salir se obstruyen con tapones duros, predisponiendo a orzuelos y chalazión.
También es común observar:
- Orificios glandulares inflamados.
- Secreción amarillenta y espesa que sale de los orificios.
- Escamas que se desprenden con facilidad cuando es por dermatitis seborreica.
- Fatiga visual.
- Sensación de cuerpo extraño.
Entonces, ¿puedo sufrir de ojo seco por blefaritis aguda? La respuesta es sí, debido a que la blefaritis crónica con alteración de las glándulas de Meibomio a su vez puede acompañarse de sobreinfección bacteriana debido a la acumulación de residuos en el borde palpebral, empeorando aún más el cuadro inflamatorio.
Te recomendamos que realices este test de autodiagnóstico por si sospechas que puedes padecer ojo seco o blefaritis. Aun así, si crees que tienes alguno de los síntomas que hemos nombrado, debes acudir inmediatamente a un especialista. Link al test de autodiagnóstico: ¿Sospechas de ojo seco? Haz este autodiagnóstico
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El diagnóstico de la enfermedad de ojo seco y blefaritis es un desafío, debido a que una puede predisponer a la otra, y muchas veces presentan síntomas comunes con otras condiciones. En vista de esto, en OCUMED desarrollamos la primera unidad especializada para el diagnóstico y tratamiento de ambas entidades.
El ojo seco puede derivar en complicaciones oculares irreversibles como abrasión de la córnea, úlcera corneal y pérdida de la visión, ya que al estar desprovisto de lágrimas el ojo es aún más propenso a daños e infecciones que uno debidamente lubricado. Estas agresiones continuas, pero silenciosas poco a poco deterioran la superficie ocular y pueden hacer que tu agudeza visual disminuya sin que apenas lo notes.
En estos casos, la consulta oftalmológica rutinaria es la herramienta clave para detectar, prevenir y tratar a tiempo aquellas lesiones precursoras del daño ocular irreversible. Además, consultar oportunamente tu visión también te permite conocer el estado actual de tus ojos y prevenirlos de futuras complicaciones.
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Es fundamental que cuides tu salud ocular. Si sospechas que puedes padecer ojo seco o blefaritis, debes acudir a una consulta oftalmológica antes de que sea demasiado tarde. Para nosotros, la prevención y el tratamiento de ojo seco es un factor clave para que el tratamiento tenga éxito.
Por eso, en OCUMED nos preocupamos por nuestro paciente desde el principio hasta el final. Además, con tu consulta gratuita contarás con la evaluación y asesoría de especialistas con una gran trayectoria profesional intachable, reconocidos tanto en Madrid como en toda España.
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