¿Puedo maquillarme si tengo blefaritis?

Aunque existan varios tipos de tratamiento contra la blefaritis, es mejor asegurarse de no contraerla.

Esta enfermedad viene asociada a las personas que no se limpian bien el maquillaje al final del día. Por acción de este, el párpado acaba infectándose, y los folículos pilosos que se encuentran junto a la raíz de las pestañas empiezan a producir un exceso de grasa dañino para los ojos.

Hay que tener mucho cuidado a la hora de maquillarse si se padece esta condición, e incluso es mejor evitarlo si es un caso muy grave.

A continuación, hablaremos de todo lo que se debe saber sobre la blefaritis y el efecto que tiene el maquillaje sobre la zona afectada.

 

El tratamiento para la blefaritis de los profesionales

Como oftalmólogos expertos, podemos informar y recomendar algunos tratamientos contra la blefaritis.

Nuestros especialistas en las clínicas de oculistas de Madrid confirman la veracidad de toda la información propuesta en esta página.

 

¿Cuáles son los síntomas de la blefaritis?

La blefaritis consiste en la obstrucción de los folículos pilosos en la raíz de las pestañas. A raíz de esta obstrucción, empiezan a fabricar un aceite o grasa anormal, que no es bueno para los ojos.

Hay personas más propensas que otras a sufrir blefaritis, por ejemplo, las que tienen los ojos sensibles o padecen de ojo seco o dermatitis seborreica o rosacea.

La blefaritis suele aparecer en mujeres de más de 50 años, aunque siempre hay excepciones en gente más joven u hombres. En hombres, esta infección se manifiesta a más temprana edad que en las mujeres.

Esta infección se detecta por unos síntomas claros: ardor, enrojecimiento y escozor.

El paciente tiene la sensación de inflamación o de cuerpo extraño dentro de los párpados o junto a las pestañas. A veces, aparecen costras en el borde de los párpados o alrededor de las pestañas.

Estos síntomas empeoran durante el sueño, llegando a pegar los párpados con agentes infecciosos.

Lo más característico de la blefaritis es esta molesta sensación al despertar, que va remitiendo conforme avanza la enfermedad, para pasar a mostrar los peores síntomas a lo largo del día.

También es muy importante observar el estado del ojo en sí. La blefaritis hace que el ojo se enrojezca o lagrimee por efecto del exceso de grasa, se vea hinchado o produzca muchas legañas o incluso pus.

Existen tres tipos de blefaritis según la zona del párpado donde se manifiesten los síntomas.

Si la zona más cercana al lagrimal está hinchada y presenta picor, se trata de blefaritis anterior. Si, por el contrario, esto ocurre en la zona más cercana al rabillo del ojo, es blefaritis posterior. Si se manifiesta en todo el párpado, es una blefaritis mixta.

Otro síntoma de esta enfermedad es la fotofobia, debido a lo delicado que se vuelve un ojo irritado.

La blefaritis es una enfermedad no contagiosa de una persona a otra.

 

¿Cuál es la causa de la blefaritis?

El origen de esta afección no está del todo claro, aunque todas las investigaciones apuntan a que viene de las bacterias que viven en nuestros párpados.

En condiciones normales, estas bacterias viven en la piel que rodea los ojos y no causan ningún problema.

Sin embargo, en según qué medios llegan a reproducirse a una velocidad mayor de lo que deben, y obstruyen los folículos pilosos de las pestañas, provocando una infección.

Estos “medios” suelen ser productos de maquillaje o cosméticos que no se retiran al final del día.

Es muy importante desmaquillarse antes de ir a dormir, pues los compuestos de los cosméticos suelen ser químicos y extraños para el ojo, y pueden irritar o causar problemas de este tipo.

Productos como el rímel o la suciedad en general, como el sudor o la piel grasa son un caldo de cultivo para estas bacterias, lo que suele desembocar en blefaritis.

 

¿Cómo se trata la blefaritis?

La blefaritis es una condición crónica, es decir, se pueden atenuar sus síntomas pero no erradicarlos para siempre.

El tratamiento de blefaritis es a través de antibióticos, al tratarse de una infección causada por bacterias. Suele tratarse de cremas o gotas que se encarguen de eliminar el exceso de bacterias en los folículos.

Para reducir la hinchazón a corto plazo, otro remedio efectivo son los esteroides de aplicación tópica, de nuevo, gotas o ungüentos.

Su uso durante un largo periodo de tiempo podría causar glaucoma y cataratas, por lo que no es muy recomendable.

Para calmar la irritación se pueden usar lágrimas artificiales. El exceso de grasa hace que las lágrimas naturales se evaporen rápidamente, llegando a dar lugar a síntomas del ojo seco.

Las lágrimas artificiales son una forma de tratar esto, igual que la técnica de tratamiento LipiFlow para ojos secos.

Una forma de evitar que el exceso de grasa dañe los ojos es el parpadeo forzado, que obliga a desviar este aceite hacia el extremo externo del ojo, cerca del rabillo.

Sin embargo, la principal forma de tratar los síntomas que causa la blefaritis es extremando la higiene ocular. Los párpados deben limpiarse todos los días para evitar que aparezcan los síntomas e intentar que se calmen.

 

¿Cómo se limpian los ojos correctamente en caso de blefaritis?

 

Lo primero es tener en cuenta si se tienen ojos sensibles o no, el grado de la infección y los productos de los que se dispongan.

Es mejor utilizar desmaquillante o jabón dermatológicamente testado para no dañar más el ojo.

Este debe aplicarse de forma suave, masajeando el párpado en vez de frotándolo. Se debe ejercer una presión moderada, sin llegar a sentir dolor en ningún momento, y masajear siempre hacia las pestañas y hacia el exterior de los ojos desde el lagrimal.

Esto hace que se produzca grasa en el borde de las pestañas y se pueda retirar hacia fuera del ojo más fácilmente.

El jabón debe ponerse en las yemas de los dedos para hacer el masaje limpiador, nunca directamente en el ojo. Así, nos aseguramos de que no entre producto a los ojos.

Es muy importante haberse lavado las manos antes de empezar y haberse quitado las lentillas, en caso de usarlas.

Antes de comenzar el lavado con masaje, se recomienda utilizar compresas calientes sobre los párpados.

Con los ojos cerrados, durante 5 o 10 minutos, el calor ayudará a desbloquear las glándulas obstruidas y a fluidificar los residuos bacterianos.

Estas pueden hacerse fácilmente con una gasa limpia, doblada varias veces, y calentada con agua o con la plancha o secador de pelo.

Es muy importante utilizar gasa como material, ya que el algodón u otras telas pueden dejar residuos en el ojo.

La limpieza puede acompañarse con chorros de suero fisiológico o toallitas oftalmológicas para retirar las legañas y la suciedad de vez en cuando.

El lavado con masaje debe realizarse todos los días hasta tres veces: al levantarse, durante el día y al acostarse.

Después de lavarse, el secado debe realizarse con una toalla bien seca y limpia, a toques suaves, sin frotar ni dañar el ojo.

La humedad también es un lugar idóneo para la reproducción de las bacterias que causan la blefaritis.

 

¿Puedo maquillarme si padezco blefaritis?

 

 

Lo mejor para un ojo con blefaritis es no maquillarse, aunque siempre hay excepciones.

Hay productos cosméticos más respetuosos con el pH neutro de la piel que otros. Evita maquillarte muy cerca de la raíz de las pestañas y comprar maquillaje barato.

Es recomendable no utilizar delineadores líquidos ni otros cosméticos en el borde del párpado.

Además, conviene reemplazar productos como el rímel o el delineador cada 3 meses, para asegurarse de que se encuentra en buen estado, y de que el aplicador contaminado no contribuye a empeorar la salud del ojo.

Si se manifiestan síntomas del ojo seco, es mejor evitar el maquillaje “glitter”, con brillo, que causan descamación de la piel que rodea las pestañas.

Si se tiene blefaritis y se usa maquillaje, es de vital importancia retirarlo lo antes posible, con un buen desmaquillante que no sea agresivo con la piel del ojo infectado.

Hay expertos que opinan que lo mejor es renunciar al maquillaje de ojos para siempre si se empiezan a mostrar los síntomas de la blefaritis, y otros que consideran que, con un poco de cuidado, todo vale.

La decisión está en las manos del paciente en contacto con un especialista que conozca su caso y su historial médico.

Por ejemplo, una persona muy propensa a contraer infecciones debería olvidarse del maquillaje para ayudar a que la blefaritis desaparezca, y alguien con un sistema inmunitario más fuerte puede seguir usándolo, tomando algunas precauciones, pero sin más problemas.

 

¿Qué posibles secuelas deja la blefaritis?

Al ser una enfermedad crónica, una de sus peores secuelas es la prolongación de sus síntomas.

Estos pueden llegar a obstruir los párpados por completo, y que abrirlos cada mañana sea más y más difícil. Esto también incluye grandes molestias en los ojos.

En algunos casos, la blefaritis puede causar blefaroespasmo (BSP).

Esto consiste en cerrar los ojos de forma incontrolable y excesiva. Puede llegar a ser una verdadera molestia para el paciente, por lo que siempre es mejor intentar frenar la infección antes de llegar a sufrir estas secuelas.

Una pregunta muy frecuente es si la blefaritis puede llegar a afectar a la visión del paciente.

La respuesta es sí. La inflamación de los párpados y el exceso de grasa pueden llegar a dificultar la visión del paciente.

La visión borrosa o mala es una consecuencia de los síntomas de esta enfermedad, por lo que la visión vuelve a la normalidad una vez calmados los síntomas.

Otros efectos secundarios derivados de los síntomas de la blefaritis son las legañas y los ojos llorosos o entrecerrados.

Algunos pacientes llegan a desarrollar la patología conocida como “ojo seco”, que puede ser tanto un condicionante para padecer blefaritis como una secuela.

 

¿Cómo se puede prevenir la blefaritis?

La causa más conocida de la blefaritis es el maquillaje mal limpiado, por lo que se considera que evitar el maquillaje o desmaquillárselo muy bien es la mayor medida de precaución contra esta enfermedad.

Conviene evitar la raya en el interior del ojo, el rímel y las pestañas postizas, que entran en contacto directo con la zona donde aparece la blefaritis y pueden llegan a ser muy dañinos si no se limpian bien al final del día.

Algunos especialistas están trabajando en una investigación para determinar si la dieta es un factor que contribuya al funcionamiento anormal de las glándulas sebáceas de las pestañas.

Según estos médicos, una dieta en la que falten ácidos grasos omega 3 y 6.

Por eso, recomiendan incorporar alimentos ricos en estos compuestos a la dieta, por ejemplo, frutos secos, pescado azul y semillas.

Mantener una buena higiene facial también es una forma muy efectiva de evitar contraer blefaritis.

Esto incluye lavarse la cara cada pocos días, evitar la acumulación de sudor, tratar la piel en caso de tenerla grasa, y cuidar muy bien los ojos.

Usar gotas de suero fisiológico es una buena opción para mantener los ojos limpios de infecciones.

 

¿Por qué es tan importante acudir a un médico?

Porque sólo los especialistas en oftalmología y dermatología pueden decirte con exactitud qué es lo que se debe hacer o no.

Los médicos contamos con herramientas como el historial médico o el examen en persona, a los que no se puede acceder por internet.

Un profesional puede dictaminar el grado de gravedad de una blefaritis, sopesar el estilo de vida del paciente y muchos otros factores, para llegar a una conclusión: el tratamiento que se debe seguir y el que se debe evitar en cada caso.

 

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