La influencia que tiene el estilo de vida sobre la salud es plenamente conocida. Se sabe que una nutrición equilibrada puede ser la clave para prevenir muchas enfermedades de difícil manejo, y entre ellas, las de la visión. Hay alimentos malos para la vista que debes conocer para cuidar de tu salud visual.
Así como tu piel se arruga y tu cabello encanece, tus ojos también envejecen. Es probable que con el paso del tiempo se te haga más difícil ver de lejos o de cerca, tus ojos se vuelven más opacos, o ver un objeto con detalle se convierte en una tarea titánica.
La visión es un sentido indispensable que permite el vínculo con el mundo exterior. Teniendo en cuenta su complejidad neurológica, cuidar de ella es una tarea fundamental para mantener todas las estructuras internas que conforman el globo ocular.
Así como existen alimentos beneficiosos para los ojos, también existen algunos tipos de comida perjudiciales para la vista . Es por ello que llevar una alimentación equilibrada e ingerir buenos alimentos , es uno de los principales factores de promoción y mantenimiento de la salud visual.
Una mala alimentación provoca el efecto contrario. Aumenta el riesgo de padecer enfermedades oculares como retinopatía diabética, degeneración macular asociada a la edad (DMAE), glaucoma, ojo seco, entre otras. En Ocumed somos expertos en tratar este tipo de patologías oculares.
Los hábitos alimenticios sanos no solo se apoyan en una dieta de alimentos ricos en vitaminas y minerales. También es necesario conocer aquellos ingredientes que dañan tu vista, así como sus proporciones y el patrón de alimentación.
A continuación, te explicaremos las causas de ingerir alimentos malos para la vista, y cuáles son los hábitos alimenticios malos para la vista .
La alimentación y la vista la forma en la que comes, incluso las proporciones e ingredientes que escoges, son determinantes. Sobre todo en la génesis de muchas enfermedades, especialmente las crónicas.
La relación entre alimentación y visión no es una novedad. De hecho, en el papiro de Ebers (el tratado médico más antiguo de la historia), ya se establecía la primera conexión nutrición-salud ocular , en la que se recomendaba comer hígado para mejorar la visión diurna. Y a día de hoy, está comprobado que la alimentación afecta a nuestra salud visual.
No solo esto. Una alimentación balanceada, además de ser necesaria para el mantenimiento de la salud ocular , también es un pilar para su desarrollo durante la gestación. Principalmente durante los primeros meses, así que su cuidado no se limita al día a día.
¿Qué alimentos son perjudiciales para la vista? Ningún alimento en sí es perjudicial y la clave está en la proporción de tus comidas. Sin embargo, comer con mucha frecuencia algunos ingredientes o eliminar de tu dieta otros, sí puede deteriorar tu vista a medida que pasan los años.
Entre los nutrientes y otros componentes de los alimentos que se encuentran en el tejido ocular destacan los carotenoides luteína y zeaxantina, las vitaminas E y C y algunos ácidos grasos poliinsaturados.
Estos tienen un papel estrecho con la visión, especialmente durante la niñez. Y a medida que envejecen, también van disminuyendo. Por lo que incluirlos en la dieta es fundamental para conservar las estructuras oculares. Lo contrario sucede si se eliminan o se consumen poco diariamente. Por eso, es fundamental que sepas qué alimentos son malos para la vista.
Los carotenoides luteína y zeaxantina los puedes encontrar fácilmente en vegetales y granos, como espinaca, lechuga romana, brócoli, calabacín, entre otros. La vitamina E la consigues incluyendo aceites de germen de trigo, girasol, cártamo, maíz, soja, semillas y nueces. Mientras que la vitamina C la obtienes de frutas cítricas como naranjas, pomelos, kiwi o pimientos rojos.
Una dieta pobre sin estos componentes no solo perjudica tu visión, sino que también deteriora tu salud en general, ya que también son necesarios para prevenir enfermedades como la diabetes mellitus, la anemia, los resfriados comunes y condiciones musculoesqueléticas y cardiovasculares.
Entendiendo que la diabetes mellitus es un problema con consecuencias oftalmológicas importantes como la retinopatía diabética, el primer error nutricional que puede condicionar a su desarrollo es optar por alimentos con escaso valor nutricional, como:
Carbohidratos procesados Azúcares refinados Grasas trans Carnes rojas y procesadas
Carbohidratos altamente procesados Los carbohidratos procesados son aquellos elaborados a base de harina blanca, azúcar y arroz blanco. Se les da el término de ‘‘procesados’’ porque se les extrae las vitaminas, minerales, fibra y demás nutrientes en el momento de su preparación. Aunque ningún alimento es malo por sí solo, su consumo en grandes cantidades sí perjudica a la salud, y en especial, la oftalmológica.
La retinopatía diabética es una consecuencia muy común de la diabetes que causa daño a los pequeños vasos sanguíneos ubicados en el ojo. Con frecuencia, deteriora el flujo sanguíneo que llega a la retina, perjudicando progresivamente la agudeza visual de ambos ojos, y en casos severos, puede derivar a la ceguera.
Las comidas ricas en carbohidratos procesados son el arroz integral, la pasta, la patata, la harina de maíz o de trigo, el pan blanco, los guisantes, los garbanzos y las lentejas.
Además de estos, existen otros alimentos saturados de carbohidratos simples hechos de azúcares que son aún más dañinos para tus ojos. Como las gaseosas, los jugos pasteurizados, los dulces de pastelería, las golosinas, la miel, las mermeladas, entre otros.
Grasas trans Existen tres tipos de grasas de acuerdo a su conformación molecular: grasas trans, saturadas e insaturadas. Las grasas trans son aquellas con moléculas de hidrógeno especialmente posicionadas para que algunos alimentos duren más tiempo.
Este proceso de hidrogenación hace que alimentos como el chocolate, la pizza, las barritas de muesli y los snacks fritos puedan permanecer en un estado sólido por más tiempo, favoreciendo su conservación. Sin embargo, se ha demostrado que las grasas trans son las responsables de elevar el colesterol malo (LDL) y disminuir el colesterol bueno (HDL).
Este cambio en los niveles de colesterol hace que estas grasas se almacenen en los vasos sanguíneos y órganos del cuerpo, incrementando el riesgo a múltiples enfermedades, especialmente las cardiovasculares.
La principal enfermedad cardiovascular con consecuencias oftalmológicas es la arterioesclerosis. Esta se caracteriza por hipertensión arterial y consiguiente obstrucción venosa retiniana con disminución de la agudeza visual de grado variable.
La hipertensión arterial es una condición altamente prevenible si se modifican a tiempo los factores de riesgo. Una vez instaurada, va perjudicando poco a poco los vasos sanguíneos, el flujo de sangre que llega a cada tejido y, si no se le presta atención, puede causar un paro cardíaco, e incluso, la muerte.
Carnes rojas y procesadas Las carnes rojas y procesadas son alimentos particularmente elevados en sodio, nitritos, grasas, y proteínas. Las salchichas, el tocino, el chorizo y los embutidos en general, hacen referencia a las carnes procesadas.
El consumo excesivo de estos ingredientes, al menos más de diez veces por semana, está asociado a un incremento del riesgo a la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) de un casi 50%.
Numerosos estudios han confirmado que las carnes rojas, y en especial los embutidos, aceleran el deterioro de la mácula en la retina, la cual permite la visión central. Es el lugar donde los objetos se enfocan con mayor nitidez.
La pérdida de la visión central interfiere en las actividades cotidianas sencillas, por lo que dificulta leer, conducir, o mirar objetos detalladamente. Los principales síntomas incluyen visión borrosa, pérdida de la agudeza visual, distorsión de las líneas rectas, visión con destellos y dificultad para ver objetos en habitaciones con poca luz.
No todos los alimentos son malos para la vista por sí solos, ya que la clave para una alimentación saludable y una vida sana es el equilibrio en la dieta. Las grasas no son enemigas ni mucho menos los carbohidratos, pero si se consumen en grandes cantidades o frecuentemente, pueden incrementar el riesgo de problemas oculares que finalmente dañen tu visión.
Hábitos alimenticios malos para la vista No solo hay alimentos malos para la vista, existen malos hábitos alimenticios que juegan un rol sinérgico perjudicando la salud ocular, entre ellos:
Comer desproporcionadamente. Comer en exceso o muy poco genera un desbalance energético y metabólico. Que a la larga, puede predisponer a diabetes mellitus tipo 2.Picar entre comidas. Esto puede parecer inofensivo. Sin embargo, ante el hambre y la comida no hecha a tiempo recurrimos a los tentempiés rápidos llenos de grasas trans. Es preferible optar por frutas y frutos secos mientras la comida está en proceso de cocción.Fumar. Fumar es probablemente el hábito menos saludable de todos, perjudicando desde tu cabello, tus dientes hasta tu corazón y tus ojos. El hábito tabáquico incrementa el riesgo de padecer DMAE (degeneración macular asociada a la edad) hasta el doble, en comparación con una persona que no fuma. Beber en exceso. El consumo excesivo de alcohol puede dañar el nervio óptico y la zona macular de la retina, incrementando también el riesgo de DMAE.
Las consecuencias oculares de una alimentación de excesos pueden ser irreversibles, siendo la más fatal de ellas la ceguera . Por el contrario, una nutrición balanceada, equilibrada y rica en vitaminas, minerales y elementos nutritivos permitirán que tanto tus ojos como todo tu cuerpo funcionen adecuadamente.
En Ocumed cuidamos de tu vista
Y recuerda que, aunque la alimentación juega un papel fundamental en la salud ocular, la visita regular al oftalmólogo es la única forma de prevenir, detectar y tratar a tiempo alteraciones del globo ocular para evitar futuras enfermedades.
En nuestra clínica oftalmológica somos expertos en el diagnóstico y tratamiento de múltiples patologías oftalmológicas. Deja que los expertos cuiden de tu visión, porque para nosotros, tus ojos son nuestra prioridad.
