¿Te cuesta abrir los ojos al despertar? ¿Sientes arenilla o sensación de cuerpo extraño? ¿Te despiertas con ardor en los ojos? ¿Sientes picor y escozor desde horas muy tempranas? Si la respuesta a alguna de estas preguntas es sí, probablemente sufras de enfermedad de ojo seco.
Los ojos secos al despertar son una afección que se produce con bastante frecuencia en la población. De hecho, está demostrado que al menos un 40% de las consultas oftalmológicas son a causa de sequedad ocular.
En España, el 11% de los adultos mayores de 40 años sufren de ojo seco y, en Estados Unidos se calcula que existen 5 millones de personas mayores de 50 años con esta enfermedad, destacando que en ambos países es una problemática común.
Los adultos jóvenes no se quedan atrás. El 48% de la población que conforma este grupo en los Estados Unidos ha consultado al menos una vez este problema. Haciéndose cada vez más frecuente.
¿Qué es?
Es un trastorno ocular que se produce cuando los ojos no son capaces de lubricar correctamente. La lubricación del ojo depende de las lágrimas, específicamente de que se produzca la cantidad adecuada y de que sean de buena calidad.
¿Por qué se produce?
Para entender el por qué, debemos iniciar explicando un poco la función de las lágrimas. Primero que todo, las glándulas lagrimales son las responsables de la producción de lágrimas.
Sabemos que el ojo debe permanecer hidratado, y las lágrimas son las encargadas de esa hidratación. Además de proteger el globo ocular, eliminar los residuos y cuerpos extraños y mejorar la calidad refractiva.
Al mismo tiempo, estas están formadas por tres componentes. El primero es el mucinoso, que permite la adherencia de la misma a la córnea y elimina los desechos; el segundo es el acuoso, encargado de nutrir a la córnea; y el tercero es el lipídico, que evita que se evaporen las lágrimas. Todos ellos son necesarios para una lágrima de calidad, y cuando alguno falla, aparece la sequedad ocular.
Por otro lado, la cantidad también es importante, ya que una escasa producción de lágrimas también puede producir sequedad.
¿Cuáles son sus causas?
Los ojos secos al despertar pueden tener varios desencadenantes o factores de riesgo, entre los más comunes están:
- Niveles elevados y persistentes de estrés.
- Tiempo prolongado frente a pantallas como teléfonos, computadoras, tabletas y televisores. Puede afectar aún más en horas de la noche o antes de dormir.
- Cambios hormonales como el embarazo y la menopausia en el caso de las mujeres, que explica su mayor frecuencia en ellas; y alto nivel de cortisol (hormona del estrés).
- Ambientes secos, fríos o donde la corriente de aire vaya directamente a los ojos. Esto provoca que las lágrimas se evaporen con más rapidez, empeorando los síntomas.
- Mal uso de los lentes de contacto.
- Envejecimiento.
- Genética.
- Ambientes cargados de humo o polvo.
- Medicamentos. Algunos antidepresivos y antihistamínicos pueden producir sequedad ocular.
Las afecciones específicas de los párpados también representan una de las causas más frecuentes e importantes del ojo seco al despertar. Son de sumo cuidado, ya que de no atenderse a tiempo pueden provocar complicaciones severas.
Una de las que más daño puede causar es el Lagoftalmos, que es el cierre incompleto de los párpados al pestañear y dormir. Quien lo padece presenta ojo seco grave que se incrementa al despertar y puede resultar en una úlcera.
Enfermedades que producen ojos secos al despertar
Por otro lado, existen algunas enfermedades que tienen como síntoma el ojo seco y que producen ojos secos al despertar. Entre ellas se encuentran:
Artritis reumatoide
Es una enfermedad inflamatoria crónica que a pesar de afectar principalmente las articulaciones, también produce sequedad en los ojos.
Síndrome de Sjögren
Esta enfermedad crónica autoinmune se caracteriza por sequedad ocular y de la mucosa de la boca, debido a una alteración en las glándulas lagrimales y salivales.
También produce alteraciones otras partes del organismo como la piel, nariz y vagina, y en casos más graves, puede comprometer tu salud de manera general (sistémicamente).
Lupus eritematoso sistémico
Al igual que la anterior, es una enfermedad crónica autoinmune que produce una respuesta inflamatoria en los distintos órganos y sistemas del cuerpo, incluyendo la vista.
Muchas veces la visión es el primer sentido en manifestar síntomas, como la sequedad ocular, la inflamación ocular, visión borrosa, entre otros.
Esclerodermia
Son enfermedades que provocan el endurecimiento, engrosamiento y tirantez de la piel y los tejidos conectivos, asociado a una sobreproducción y acumulación de colágeno en ellos. Su causa es desconocida y está catalogada como un grupo de enfermedades “raras”.
La esclerodermia también afecta a la visión, y entre sus síntomas y complicaciones se encuentra la sequedad ocular. Los ojos secos en esta patología se deben principalmente al gran engrosamiento de la piel y tejidos alrededor de los ojos, que no permiten que la hidratación ocular se mantenga.
Diabetes Mellitus
Es una enfermedad metabólica, caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre por una deficiencia de la secreción de insulina, una disminución de la utilización de glucosa por resistencia a la insulina o ambas.
Sabemos que la diabetes, en sus fases iniciales y cuando está controlada, no suele traer mayores consecuencias. No obstante, es capaz de generar complicaciones neuropáticas y vasculares en estadios avanzados, siendo la retinopatía diabética la afección ocular más frecuente.
Aun así, la sequedad ocular también se encuentra entre la larga lista de secuelas. En este caso, el ojo seco en los pacientes diabéticos se debe fundamentalmente a dos razones: daño en los pequeños vasos sanguíneos de las glándulas lagrimales y afección nerviosa que altera el reflejo lagrimal.
Además, la diabetes también puede alterar la elasticidad palpebral y causar una alteración de la dinámica del parpadeo.
¿Cómo saber si sufres de ojos secos?
Existen síntomas característicos de la sequedad ocular al despertar. Estos se manifiestan porque al haber un déficit de la lubricación ocular, los párpados rozan la córnea y la conjuntiva, ocasionando una erosión pequeña pero continua.
Suelen ser muy molestos e incómodos, por lo que son muy fáciles de identificar. Entre ellos están:
- Enrojecimiento de la conjuntiva.
- Sensación de cuerpo extraño.
- Sensación de ardor o picor en el ojo.
- Sensación de quemazón en el ojo.
- Dolor ocular.
- Dificultad al abrir los párpados.
- Pesadez de los párpados.
- Fatiga o cansancio ocular.
- Sensibilidad a la luz o fotofobia.
- Visión borrosa.
- Mucosidad fibrosa cerca del ojo.
Es importante acudir al especialista ante cualquier cambio de la visión, ya que puede tratarse de una patología de importancia que con un diagnóstico temprano puede mejorar la calidad de vida del paciente.
Recomendaciones para combatir el ojo seco
No existe mejor recomendación que acudir al oftalmólogo para atender cualquier síntoma o manifestación ocular fuera de lo habitual. No obstante, hay algunos consejos que se pueden poner en práctica para el tratamiento de ojo seco al despertar o su empeoramiento.
- Tomar descansos frecuentes de las pantallas y hacer uso moderado y consciente de ellas. Existe una regla muy conocida llamada “20-20-20”, que consiste en fijar la mirada fuera de las pantallas cada 20 minutos y mirar algo que esté a 20 pies (6 metros) por al menos 20 segundos.
- Alimentación. Aunque no lo creas, lo que comemos influye mucho en la salud ocular. Llevar una dieta saludable rica en vitamina A, omega-3 y antioxidantes pueden mejorar y favorecer la visión.
- Parpadear con más frecuencia y completamente. Hacer conciencia del parpadeo e incrementar su frecuencia ayuda a lubricar los ojos, evitando que los ojos se sequen.
- Limpiar los párpados y retirar el maquillaje antes de dormir. Aunque parezca algo básico, lavar bien el rostro y eliminar toda la suciedad o restos de maquillaje del día es crucial para prevenir el ojo seco. Cualquier resto puede obstruir las glándulas de Meibomio y entorpecer la calidad de las lágrimas, provocando ojo seco evaporativo.
- Evitar exponerse a las corrientes de aire de forma directa.
- Utilizar gafas de sol durante el día para proteger los ojos del polvo y los agentes irritantes que empeoran el ojo seco.
- Utilizar lágrimas artificiales. Esta podría ser una de las mejores recomendaciones, ya que también forma parte del tratamiento. Aplicar lágrimas artificiales antes de dormir y al despertar puede aliviar de gran manera los síntomas del ojo seco al despertar.
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Recuerda que acudir a una consulta a tiempo puede permitir la detección temprana de otras enfermedades oculares. Muchas patologías visuales inician con sequedad ocular. Ante una detección anticipada, se brinda un tratamiento que en definitiva mejora el pronóstico de cualquier enfermedad.
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