Trasplante de Córnea: Todo lo que debes de saber

¿Necesitas un trasplante de córnea? Conocer todos los detalles acerca de este procedimiento ocular en una clínica oftalmológica en Madrid, te hará sentir seguro antes, durante y después de la intervención. Justamente, hoy conversaremos acerca de los pormenores que engloban dicha técnica médica.

En resumen, es el cambio del tejido corneal. El especialista reemplazará la original por la de un donante. Pero antes, resulta imprescindible evaluar cuáles son las causas que motivan la cirugía. Para ello, debes prestar atención al contenido valioso que compartiremos contigo de aquí en adelante.

Causas del trasplante de córnea o queratoplastia

 

Hay diversos factores que inciden directamente en este método oftalmológico. Por su puesto, entre ellos destaca el tipo de daño presente en la córnea. Además de ello, vale la pena resaltar aspectos como: experiencia del cirujano, posibilidad de rechazo del donante y técnica quirúrgica empleada.

Así pues, es importante definir que un trasplante reemplaza la córnea, aquella capa frontal transparente que observas en tu ojo cuando te ves al espejo. La idea es extirpar el tejido que ha sufrido daños, o por el contrario, está enfermo desde hace un tiempo.

Si bien, parece algo sencillo, tiene implicaciones y riesgos propios de una intervención. De hecho, para obtener un nuevo órgano, debe existir un donante humano. Asimismo, todo el proceso debe hacerse bajo supervisión de una clínica oftalmológica en Madrid, a la que tendrás que asistir posteriormente.

Sabemos que un trasplante de este estilo optimiza la calidad de vida de quien lo recibe y restaura la visión. Pero antes de optar por la alternativa que requiere el uso del bisturí, es fundamental saber las razones que podrían influir de forma determinante en esta acción.

Síntomas que podrían indicar un trasplante de córnea

Cuando este órgano se daña presenta manifestaciones como: dolor de ojos, visión borrosa o nublada. Sin embargo, en todos los casos no se pueden asociar directamente a la afección hasta que el médico lo asegure, tras un diagnóstico clínico.

Así, resulta conveniente determinar la causa. Ya que existe la posibilidad de reparar la córnea con otros métodos, pero si no funcionan es indispensable optar por el trasplante. Usualmente efectuado a quienes pertenecen a la población de adultos mayores.

 

6 Diagnósticos que sugieren un trasplante de córnea

Hay condiciones específicas que causan problemas en la córnea. Estas ocasionan traumas severos que no se tratan con medios poco invasivos. A continuación, verás cuáles son:

1. Queratitis

A simple vista es una inflamación de la córnea. Puede afectar a las capas externas o internas. Por ejemplo, esto la clasifica en queratitis superficial y estromal. A veces deja una cicatriz, lo que compromete la visión de manera determinante.

Este tipo de enfermedad fundamenta sus causas en distintos problemas: sequedad ocular, lentes de contacto, bacterias, parásitos, hongos, virus (queratitis herpética), amebas, sustancias irritantes que ingresan en el ojo, alergia o exposición a factores ambientales.

Es posible prevenirla. No obstante, cuando el daño ya está hecho, y aparecen manifestaciones clínicas evidentes, lo mejor es ir al médico. De aquí que en algunos casos sea necesaria la cirugía. De esta manera, el paciente recuperará su calidad de vida.

2. Lesiones traumáticas

Cuando mencionamos las causas del trasplante, no podemos dejar a un lado los efectos negativos que ocasiona una lesión. Por ejemplo, ante la presencia de un accidente de tráfico, es probable que un objeto cortante rompa la córnea. También ocurre cuando la persona recibe un impacto físico contundente.

Parte de la solución de cara a este panorama es la prevención. Usar las medidas de protección adecuadas al practicar deportes, cortar el césped o realizar trabajos metalúrgicos, te mantendrá lejos de un inconveniente con la córnea.

Ahora bien, si ya se produjo la contusión en el ojo, será el médico de la clínica oftalmológica en Madrid, quien se encargue de suministrar el tratamiento adecuado. Incluso, si es un trasplante de urgencia para salvar la visión del órgano visual.

3. Queratocono

Muchos especialistas lo definen como una forma anormal de la córnea. ¿Por qué? Es tan sencillo como que toma una forma cónica, dejando atrás la usual silueta esférica del órgano. ¿Las consecuencias? Desvía la luz y provoca una visión distorsionada.

Aparece en uno o ambos ojos. Se desarrolla desde la adolescencia hasta los veinte años. Entre sus síntomas más comunes, destacan la miopía y el aumento del astigmatismo. Y, a su vez, se genera el cambio repetido en la graduación de las gafas.

En este caso, cuando se debilita el tejido profundamente, es esencial recurrir a un trasplante. Opciones previas serían las lentes de contacto rígidas, el cross-linking y los segmentos intracorneales.

Por otro lado, la afección ocular se vincula al frotamiento excesivo de los ojos, predisposición genérica e irritaciones crónicas. Después de todo, ante esto, lo más recomendado es buscar ayuda inmediata.

4. Queratopatía bullosa

Predomina entre pacientes con edades comprendidas entre 70 y 80 años, especialmente del sexo femenino. Ocurre cuando aparecen ampollas en la estructura de la córnea. Que están llenas de líquido como consecuencia de la inflamación de las capas internas. Así como también malestar ocular, pérdida de contraste, y dolor por rotura de las lesiones.

Aunque a corto plazo se puede aplicar un tratamiento sintomático, si los efectos negativos son muy fuertes, los oftalmólogos sugieren el trasplante de córnea. Que en la mayoría de los casos resulta totalmente satisfactorio e influye de manera positiva en la vida de quien padece queratopatía bullosa.

5. Cirugías oculares previas

Sí, hay ciertos problemas de la córnea que suceden cuando se intenta curar otra lesión. Por ejemplo, intervenciones refractivas con láser, lente intraocular o cataratas. Muchas veces estos procedimientos originan cicatrices o daños permanentes que deben solucionarse con un trasplante.

Eso sí, solo un experto en la materia tiene la potestad para definir si tú lo necesitas. Una simple molestia tras una cirugía no significa que hubo un error. Al contrario, es un signo totalmente normal que de extenderse deberá ser supervisado por el oftalmólogo de tu preferencia.

6. Distrofia de Fuchs

Es una enfermedad hereditaria que aparece a partir de los 50 años. Destaca porque afecta la capa delgada que está detrás de la córnea, el endotelio. De manera que las células no pueden desempeñar la actividad que usualmente hacían: bombear el líquido acumulado deshidratando la córnea.

Cuando esto ocurre se pierden las células, surge edema y opacidad. Si la enfermedad empeora podrían formarse pequeñas ampollas molestas. Este síntoma requiere atención inmediata, ya que es posible su rotura. Adicionalmente, cuando se presentan deformaciones, es necesario el trasplante.

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¿Eres candidato a un trasplante?

 

Aunque el trasplante es capaz de aliviar los síntomas de una córnea dañada, enferma o adolorida, no todas las personas son candidatas a este procedimiento. Quienes realmente lo requieren deben considerar ciertos aspectos en conjunto con el especialista, antes de someterse a la intervención:

• Tu visión impide cualquier rendimiento funcional en el trabajo.
• Padeces de alguna enfermedad asociada.
• Tienes familiares a quienes les hayan hecho un trasplante.
• Tu calidad de vida se ve afectada negativamente debido a las dificultades para ver.

Adicionalmente, existen factores materiales que se deben tener en cuenta. Entre ellas destacan las siguientes:

• Capacidad de continuar con sus actividades luego de la operación.
• Costo de la cirugía.
• Tiempo de recuperación.
• Apoyo familiar durante el reposo.

Consultar exhaustivamente con el oftalmólogo todas estas cuestiones es esencial. A fin de cuentas, considerarlas cuidadosamente antes de recibir la córnea de un donante facilitará el proceso antes, durante y después de finalizar.

Tipos de trasplante de córnea

 

Hay varias razones que respaldan un trasplante de este estilo. Por ejemplo, motivos ópticos, reconstructivos y terapéuticos. Cada uno de ellos busca mejorar la visión y preservar el ojo por completo. Pero, además, atienden enfermedades que después de varios intentos no responden al tratamiento médico.

• Penetrantes o de grosor completo

Implican la extracción de toda la córnea, con el fin de que esta sea reemplazada por una sana de espesor total.

• Queratoplastia lamelar anterior

Se utilizan para reemplazar tan solo una sección en vez del órgano completo. Por otro lado, se dirige a la parte frontal, donde está el tejido corneal del receptor enfermo. Quienes se someten a ella, corren menos probabilidades de rechazo, al mismo tiempo que su ojo es poco vulnerable a infecciones al mantenerse el ojo cerrado. Puede ser más o menos profunda.

• Queratoplastia lamelar endotelial

Se realiza cuando la capa posterior de la córnea está enferma, mientras que la anterior se mantiene sana. Solo se extrae un 10%, no más. Y en la misma proporción es sustituida por una sección nueva y saludable de endotelio o endotelio y estroma. Por suerte, no requiere puntos de sutura para que permanezca en su lugar.

Tratamiento posterior

 

Después del proceso el tiempo de recuperación dependerá del tipo de trasplante. ¿Por qué? No es lo mismo que te retiren solo una parte o el órgano completo, ¿cierto?

Entonces, en términos generales el ojo sana en un periodo de 18 meses como máximo, si se trata de la intervención compleja. Siempre que sigas la medicación oral y tópica.

No obstante, los especialistas de la clínica oftalmológica en Madrid podrían recetar la utilización de lentes antes de que se cumpla este tiempo.

Cuando solo se reemplazan las capas: externa y media, el paciente puede volver a sus actividades habituales bastante pronto, en meses o semanas.

En cualquier caso, esto varía según la particularidad de cada quien. Definitivamente el tratamiento no es algo que se aplique de igual forma a todas las personas.

Lo que no debes hacer después de un trasplante

Como ves, aunque el oftalmólogo te ofrezca indicaciones médicas, tú mismo debes seguir un tratamiento preventivo en el hogar, a fin de asegurar la mejor recuperación posible. Mira lo que sigue a continuación y considera cada punto:

• Bajo ningún motivo te frotes los ojos con las manos.
• Evita deportes de contacto.
• No practiques natación hasta que sea seguro.
• Limita las actividades o reacciones que provoquen tensión ocular.
• Sigue las instrucciones de tu médico.
• Si sientes molestias prolongadas, llama al doctor.

Pronóstico del trasplante de córnea

 

De acuerdo con la Clínica Oftalmológica Ocumed, una de cada tres personas rechaza el trasplante. Sin embargo, la mayoría de estos inconvenientes podría tratarse con las medicinas adecuadas. A futuro, los pacientes se enfrentan al agotamiento de la nueva córnea, de modo que es posible una cirugía adicional.

Pese a esto, es importante destacar que cada organismo es distinto. No todas las personas sufren consecuencias negativas tras el trasplante. Al contrario, una gran mayoría se dedica de nuevo a sus actividades habituales, mejora su calidad de vida y agudizan el sentido de la visión.

Por supuesto, para obtener estos resultados deseados, no cabe duda de que seguir las indicaciones al pie de la letra marca la diferencia en la que consideramos una de las fases más importantes: el postoperatorio. Mantenerse en reposo controlado asegura una recuperación a buen término.

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