¿Qué 7 enfermedades oculares podemos contraer al hacernos mayores?

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El paso del tiempo hace que nuestro cuerpo experimente cambios que a menudo nos limitan o nos dificultan el ejercicio de nuestras actividades diarias. Algo semejante ocurre en nuestro sistema visual, el cual va perdiendo capacidades y tiende a contraer ciertas enfermedades a medida que vamos envejeciendo.

Estos cambios, aunque normales, no tienen porqué suponer una pérdida de visión severa. Conocer los riesgos oculares asociados a la edad es fundamental para poder tomar medidas preventivas. Los avances e innovaciones en la medicina oftalmológica actual han permitido desarrollar métodos y tratamientos con los que paliar y frenar las consecuencias de la aparición de estas enfermedades.

No dejes que el paso del tiempo te pille de improviso. Desde nuestra Clínica  oftalmológica en Madrid te recomendamos que te informes cuanto antes, y que acudas a revisiones de forma habitual a partir de los 50 años.

¿Sabes qué enfermedades puedes contraer al envejecer? Aquí te dejamos las cinco más frecuentes. ¡Sigue leyendo!

Ojo Seco

Enfermedades oculares ojo secoEl ojo seco es una de las enfermedades de la vista más comunes, afectando a más de 5 millones de personas en España. Quienes padecen esta enfermedad tienen grandes dificultades para llevar una vida “normal” y realizar sus tareas visuales, como leer, trabajar desde el ordenador o ver la televisión.

El ojo seco puede ser originado por múltiples factores, siendo la más común es la DGM (disfunción de las glándulas de Meibomio). Pero también puede deberse al envejecimiento natural, traumatismos, cambios hormonales o el uso de lentes de contacto, entre otros. además de generar diversas molestias. No es una enfermedad grave, pero sí puede afectar severamente a la calidad de vida de una persona.

Tratamiento para el ojo seco

Al igual que el resto de enfermedades de esta lista, el ojo seco no tiene una solución definitiva, aunque sí podemos tratar sus síntomas para evitar las molestias. Esto, dependiendo de si es ojo seco por disminución de lágrimas o evaporativo.

Para el primer tipo, los tratamientos más comunes son las lágrimas artificiales para mantener hidratado el ojo y los fármacos, cuya función es incrementar la capa acuosa. Pero no son los únicos.

Otra opción es la de los tapones lagrimales para ayudar a las lágrimas del paciente a permanecer en la superficie ocular. Este método se basa en insertar dichos tapones en los puntos lagrimales que se encuentran en el ángulo interno de los párpados inferiores y superiores. De esta manera, las lágrimas ya no podrán drenarse fuera del ojo por medio de estos conductos.

Otras opciones serían soluciones más específicas, como la de insertar plasma rico en factores de crecimiento, membranas amnióticas o suero autólogo.

Para el ojo seco evaporativo, los tratamientos suelen centrarse en la higiene palpebral y la expresión de las glándulas de Meibomio mediante dispositivos que calientan y exprimen el contenido de las glándulas.

Otras opciones son el uso de luz pulsada intensa, que disminuye la inflamación de las glándulas de Meibomio, o el sondaje de Maskin del conducto de las glándulas de Meibomio.

Nuestra Clínica de ojo seco es pionera en tratamientos para el ojo seco

Ocumed es una clínica especialista en ojo seco, por lo que destacamos por ofrecer a nuestros pacientes las tecnologías más vanguardistas para el diagnóstico y tratamiento de dicha enfermedad.

Dentro de estas novedades destacamos:

  • Jett Plasma: Nos permite tratar la enfermedad del ojo seco secundaria a la Disfunción de Glándulas de Meibomio, liberando al paciente de la necesidad de usar continuamente lubricante en gotas.
  • Estimulación QMR REXON-EYE: puede emplearse tanto en el tratamiento del ojo seco evaporativo como acuodeficiente, incluso en casos severos. La tasa de mejoría de los pacientes alcanza el 85% y el 100% ha registrado mejoras en al menos 1 de los parámetros de esta enfermedad.

Para ambos tratamientos son indicadas 4 sesiones al pacientes.

Blefaritis

La Blefaritis es una de las enfermedades oculares más comunes en la población. De hecho, afecta alrededor del 30 por ciento de pacientes que asisten a consulta Esta afección provoca que los párpados tienden a hincharse o inflamarse cuando se acumulan en ellos partículas de grasa o bacterias que cubren todo el borde del párpado, por la zona de las pestañas.

Las molestias se traducen en irritación en el ojo, hinchazón, escozor y sensación de calor extremo, además de que la zona se pone roja.

En cuanto a las causas:

  1. La blefaritis anterior: está asociada con las bacterias del párpado o infestación por Demodex foliculorum.
  2. Disfunción de la glándulas de Meibomio: se produce por la obstrucción de dichas glándulas encargadas de producir la secreción grasa necesaria para lubricar el ojos, impidiendo su capacidad de hidratación y provocando mayor evaporación de la lágrima.

Si no se establece un tratamiento de la blefaritis adecuado y a tiempo, las glándulas se atrofian.

Es habitual que ambos tipos se den al mismo tiempo.

Tratamiento para la Blefaritis

En muchos casos, se puede mantener bajo control con el lavado diario cerca de la línea de las pestañas o tratando el problema subyacente de la piel. Si no, se puede proceder a la retirada del exceso de bacterias y partículas en el borde del párpado. Además, este tratamiento de la blefaritis incluye productos farmacéuticos para potenciar el efecto de estas limpiezas.

También se puede hacer uso de las gotas oftálmicas, especialmente útiles si existe riesgo de infección ocular grave. Estos procedimientos son recomendados emplearlos en casa.

No obstante, para personas mayores, una clínica oftalmológica puede llevar a cabo otros procedimientos más eficaces para reducir y controlar la blefaritis como la terapia con luz pulsada para desobstruir las glándulas sebáceas de los párpados.

Haz clic y conoce los tratamientos más novedosos para ojo seco y Blefaritis.

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Glaucoma

De entre el gran número de enfermedades de la vista que conocemos, el Glaucoma es una de las que más destacan. No sólo por la gravedad de su condición, sino porque no existe una cura a esta enfermedad. Sin embargo, sí puede ser frenada, por lo que su diagnóstico y tratamiento temprano es clave.

El problema es que el glaucoma no produce síntomas: no duele, los ojos no están rojos y la agudeza visual no se ve mermada hasta el final. Aunque afecta únicamente a un 3% del total de la población, si no se trata de forma adecuada puede provocar una pérdida de visión severa e, incluso, ceguera.

La posibilidad de padecerla aumenta con los años, especialmente a partir de los 60.

El envejecimiento genera la muerte de las fibras nerviosas. Este proceso se da de manera natural, pero en los pacientes de glaucoma, es mucho más acelerado.

Esta enfermedad visual se caracteriza por un taponamiento en el sistema de drenaje del ojo, lo que produce un aumento de la presión intraocular. Como consecuencia, se genera el daño progresivo de las fibras del nervio óptico. Comienza con la pérdida de la visión periférica y puede desencadenar ceguera total.

Tratamiento del glaucoma

Aunque ya hemos mencionado que el glaucoma no tiene una cura definitiva, sí hay maneras de frenar su avance de manera significativa.

  • El tratamiento más común es el del uso de medicamentos para disminuir la presión intraocular. Concretamente, se prescriben fármacos en forma de gotas para los ojos. Dado que esta enfermedad está estrechamente relacionada con un aumento de la presión en los nervios ópticos, un tratamiento que la reduzca puede ayudar a calmar la degeneración
  • La siguiente alternativa es la de la cirugía láser, gracias a la cual se drena el líquido que hace aumentar la presión. A pesar de su alta eficacia, el tratamiento se complementa con el uso de medicamentos de por vida.
  • La última opción disponible es la de la cirugía ocular y sólo es aplicada cuando todo lo anterior ha fallado. El médico encargado extraerá una pequeña parte del tejido ocular y creará un nuevo canal para el drenaje del líquido.

Cataratas

Enfermedades oculares que nos afectan de mayoresLa catarata es una de las patologías oculares que más afecta a la tercera edad. Esta enfermedad ocular consiste en la pérdida de transparencia del cristalino, lente biconvexa situada detrás del iris. Al ser el componente del ojo a través del cual pasan los rayos de luz hasta la retina, su opacidad deriva en una pérdida de visión progresiva por parte del paciente.

Por lo general, puede tener diversas causas, aunque las más frecuentes son el envejecimiento ocular y los factores hereditarios.

A pesar de que se trata de un problema que afecta a gran parte de la población, las intervenciones para extraer cataratas son ambulatorias y tienen excelentes resultados.

Cirugía de cataratas

La cirugía de cataratas es una intervención rápida, de carácter ambulatorio. El medio más común para realizarla es la facoemulsificación. Con esta técnica se consigue eliminar toda la opacidad gracias a la emisión de ultrasonidos que logran romper la catarata. Tras esto, se procede a la instauración de una fina lente para que el paciente pueda ver bien de lejos o de cerca.

El gran beneficio de esta operación es que, una vez la catarata ha sido eliminada, no vuelve a aparecer.

Presbicia

La presbicia es uno de los grandes retos de la oftalmología, pues se trata de un proceso fisiológico que afecta al ser humano a partir de los 40 años. En España afecta a más de 20 millones. La Presbicia (también llamada vista cansada), es una anomalía visual consistente en la disminución de la capacidad de enfoque del ojo por la pérdida de elasticidad del cristalino, situado entre la córnea y la retina. Así que se genera una pérdida de nitidez en distancias cortas.

Al tratarse de un problema derivado del envejecimiento del ojo, es inevitable que aparezca con los años.

A partir de los 40 años, estas  exploraciones deben realizarse con más frecuencia, ya que es el momento en el que comienzan a aparecer estas patologías.

Tratamiento de la presbicia

El tratamiento de la presbicia consiste en el uso de gafas con lentes convergentes o positivas que hacen efecto de lupa. A los 45 años, incluso en personas que no han utilizado gafas de lejos, precisará una corrección de cerca en torno a +1 dioptría (Dp). A partir de ahí la presbicia aumentará a razón de 0.5 Dp cada 5 años. De esta manera, una persona de 65 o más suele tener +3 Dp.

Un segundo tratamiento es la cirugía, en la cual se implanta una lente intraocular en el ojo. En concreto, en un ojo se corrige la visión de cerca y en el otro de lejos, de forma que el paciente alcance una visión binocular aceptable en todas las distancias sin la necesidad de usar gafas. Otro tipo de cirugía es la de tallado quirúrgico de una córnea multifocal mediante láser excímer.

Sin embargo, ninguna cirugía consigue eliminar por completo la presbicia, el que hagamos a un paciente menos dependiente de las gafas, no significa que no las tenga que emplear en situaciones puntuales.

Degeneración macular

La degeneración macular asociada a la edad es una de las principales causas de pérdida de visión severa entre la población de más de 60 años. Consiste en el deterioro de la mácula, capa pigmentada de la retina que proporciona agudeza visual, lo cual deriva en una pérdida de la vista central.

Al no verse afectada la visión periférica, los pacientes pueden desenvolverse y realizar sus actividades diarias sin prácticamente ningún impedimento. Aún así, cabe recordar que la vista perdida no es recuperable, por lo que conviene tomar medidas preventivas.

Detectar la degeneración macular

Al ser una enfermedad asociada al envejecimiento, no hay una cura definitiva. Sin embargo, siempre hay forma de detectarla para aligerar sus síntomas.

  • Cuando el paciente empieza a notar ciertas líneas rectas como distorsionadas u onduladas, el paciente está experimentando el primero de los síntomas.
  • Otro síntoma es cuando la persona ve un punto negro o blanco fijo en el centro de la visión. Con el tiempo, este punto irá creciendo, causando molestias y, en casos extremos, ceguera.
  • Ver sombras o imágenes distorsionadas es otro de los síntomas a tener en cuenta para detectar la enfermedad.
  • Distinto tamaño e incluso color cuando probamos a mirar un objeto tapando un ojo. Dado que la degeneración macular puede estar presente tanto en ambos como en un solo ojo, lo mejor es que se pruebe primero uno y luego el otro.

Moscas volantes

Enfermedades oculares: Moscas volantesLas moscas volantes, también conocidas como miodesopsias, son pequeños cuerpos flotantes en movimiento que aparecen en el campo de visión del paciente. Estas manchas negras son, en realidad, diminutas condensaciones de humor vítreo, una sustancia gelatinosa que compone el interior del ojo.

Estas aglutinaciones son más comunes entre las personas miopes, que han sido operadas de cataratas, intervenidas con láser o que padecen inflamación en el interior del ojo. Otras causas para la aparición de esta enfermedad son los cambios en el ojo como consecuencia del envejecimiento, hemorragia vítrea y desgarro en la retina.

Por todo ello, cuando aparezcan moscas volantes el oftalmólogo debe estudiar con urgencia el fondo de ojo para descartar un desgarro en la retina susceptible de ser tratado con láser para evitar el desprendimiento.

En la actualidad, no hay tratamientos que puedan combatir de forma efectiva la presencia de estas manchas. Aún así, si estas opacidades interfieren en el ritmo de vida del paciente, puede estudiarse la intervención quirúrgica.

Tratando las miodesopsias

Su tratamiento se enfoca en reducir las molestias que provoca.

La primera opción es la vitrectomía, una cirugía intraocular en la que se retira el vítreo natural del ojo. Esta cirugía puede traer consigo consecuencias propias de la intervención. Entre las más graves están la catarata, el desprendimiento de la retina o el sangrado interno. Además, no se asegura que no vayan a aparecer nuevas moscas flotantes en el futuro.

Otra opción es la vitreolisis láser, un tratamiento que no requiere cirugía y que es muy solicitado por pacientes por ser indoloro y poco invasivo. Este método consiste en el uso del láser que, apuntado al conglomerado de fibras que se encuentra en el interior del ojo, ayuda a que desaparezca la sombra que originan al entrar en contacto con la luz. No obstante, faltan estudios concluyentes y una de las complicaciones es el desprendimiento de retina.

En la Clínica de Oftalmología Ocumed te ayudamos a mejorar tu salud ocular

La prevención es, a menudo, la mejor arma para combatir las enfermedades oculares. Aunque hay algunas que, inevitablemente, están asociadas a la edad, las revisiones periódicas pueden evitarte muchos síntomas.

En nuestra Clínica Oftalmológica situada en Madrid velamos por la salud de tus ojos. Consultanos ahora si tienes cualquier duda y pídenos cita. ¡Te esperamos!

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